Un ejemplo son las plataformas para hacer videoconferencias, que permiten sustituir el trabajo desde una oficina por trabajo desde cualquier sitio. Estas existían desde antes de que empezara la pandemia, pero eran utilizadas de forma esporádica y solamente en ciertas circunstancias; era impensable que esta forma de comunicación se volviera la norma.
Los avances que surgen durante momentos críticos pueden ser duraderos y mejorar el bienestar de las personas de forma definitiva. De ninguna manera esto debe leerse como que una crisis es algo deseable o una buena noticia, sería absurdo argumentar algo así.
No cabe duda de que las muertes, pérdidas de empleo, menores ingresos y costos en bienestar de las personas son temas que nos conciernen a todos y que quisiéramos idealmente evitar o al menos reducir. El mejor de los escenarios era uno sin pandemia; sin embargo, el hecho es que atravesamos un episodio improbable y altamente costoso para la humanidad.
En el primer trimestre de 2021, a un año del inicio de la pandemia, el índice de productividad laboral -que captura la relación qué existe entre las horas trabajadas y el nivel de producción de la economía- mostró un crecimiento de 1.3% respecto al primer trimestre de 2020 - antes de que se observaran los efectos de la pandemia en la economía.
Es decir, que con el mismo número de horas trabajadas se produjo más de lo que se hubiera producido hace un año con esas mismas horas. Intuitivamente, lo que está sucediendo es que, aunque en el agregado se trabajan menos horas, la producción ha caído menos que proporcionalmente.
Hay al menos dos razones por las que esto pudo haber sucedido durante el año. La primera explicación es que las empresas reducen su personal más rápido que su producción en momentos de crisis para tener liquidez, y lo compensan de alguna forma, por ejemplo, exigiendo mayor eficiencia a los empleados que no despidieron. Esta hipótesis indicaría que el aumento de la productividad laboral es pasajero y volveremos eventualmente a los niveles de productividad observados antes de la pandemia.