Del lado positivo, podemos realizar actividades repetitivas, por ejemplo conducir o gestionar nuestros dispositivos de forma automática sin apenas ser conscientes de todos los movimientos involucrados; del lado negativo, que cualquier cambio repentino (reuniones a distancia en lugar de presenciales, pedir en línea en lugar de ir directamente al establecimiento, una actualización de nuestra app favorita, etc.), nos provoque como mínimo una sorpresa y, en casos más contundentes, rechazo inicial y estrés generalizado.
Pongamos sobre la mesa algo trivial como la forma de entretenernos. Es bien conocido el reciente auge de los podcasts y de los audiolibros en nuestro país, de hecho, es la categoría de entretenimiento que más ha crecido en los últimos años e incluso diversas consultoras apuntan a Latinoamérica (y a México como puntero) como la región que liderará a nivel mundial el crecimiento de la misma en los siguientes tres años.
Hay varias explicaciones detrás, por supuesto influye que el modelo de streaming sea ampliamente conocido y entendido por el consumidor en nuestro país, la rica tradición oral de México (en algún momento líder en radionovelas y en donde la radio sigue creciendo en audiencia) o los largos tiempos de traslado que dan un espacio privilegiado a formatos que no requieren de nuestra vista.
Pero hay una explicación que suele pasar desapercibida en este éxito de la categoría y es que el oído es el primer sentido que se desarrolla, es decir aprendemos a escuchar mucho antes que a ver y por tanto no debe sorprender que una historia en formato audiolibro o podcast resulte familiar y sea asimilada por nuestro cerebro rápidamente ya que en la parte más primaria lo identifica al menos como íntimo.
Hemos sido testigos de cómo el confinamiento y el parón económico posterior ha creado de forma acelerada nuevos hábitos en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida, por lo que considero primordial asimilar que el proceso de construcción de nuevos hábitos no tiene únicamente un componente formativo (repetición), sino que además tiene otro, bastante más primario a nivel cerebral.