Nuevamente asumir el desafío de cambiar y apostar por la tecnología es lo que nos urge hoy para avanzar.
Sin duda, los últimos cambios en materia social a partir de la pandemia que está atravesando la humanidad nos pusieron frente a otra forma de organización social, donde surgen nuevos modelos de negocios como las compras online, las operaciones bancarias, el teletrabajo. etc.
Se trata de hábitos y operaciones que llegaron para quedarse, por eso hablamos de una nueva normalidad donde la tecnología es el pilar más importante.
Como todo proceso social, en el momento en que se está viviendo la transformación es difícil asumirlo como una situación bisagra. Sin embargo, podemos empezar a identificar y aceptar las modificaciones que hoy son parte del nuevo paradigma.
Se trata de una era marcada por la robótica, la Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas. Este modelo está caracterizado por instrumentos que cumplen muchas funciones al mismo tiempo desde un solo dispositivo y que economizan los recursos de la mano de los expertos que están impulsando estos cambios. En ese sentido, la cuarta revolución industrial ya está operando sobre nosotros.
Por eso hablamos de la adopción de instrumentos 4.0. A partir de ellos, podemos predecir el futuro, anticiparnos en la toma de decisiones, optimizar los recursos disponibles, y por ende, mejorar la rentabilidad. Se estima que la Inteligencia Artificial va a incrementar en un 40% la productividad en los próximos 15 años.