Tecnologías como 5G, la nube y la Inteligencia Artificial han ayudado a mantener la estructura misma de nuestra sociedad unida, permitiendo que muchas personas trabajen desde casa, aprendan de forma remota e inclusive accedan a mejores recursos médicos. Con mayor conectividad, muchas de las actividades cotidianas se han vuelto “virtuales”, definiendo la nueva normalidad.
Dados los estrechos vínculos entre la salud mundial, el bienestar socioeconómico, el medio ambiente y la tecnología digital, está claro que el desarrollo comunitario se ha entrelazado estrechamente con la innovación sostenible. Una economía digital es, ante todo, una economía verde.
La neutralidad de carbono se ha convertido en general en un reconocimiento mundial como la misión a la que la industria de las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC) está contribuyendo activamente. Hoy en día, los avances en las TIC se centran más en usar menos energía para transmitir, procesar y almacenar más información, al tiempo que hace que los sistemas de energía sean más eficientes.
La nueva generación de comunicaciones móviles 5G como ejemplo, muestra que su consumo de energía por bit es solo una décima parte de 4G, pero puede proporcionar 30 veces la capacidad. Esto es una mejora muy significativa.
La tecnología digital también puede apoyar a la electricidad renovable y generación “limpia”, al mismo tiempo que optimiza los modelos de oferta y demanda de energía. Esta puede ayudar a acelerar nuestra transición a fuentes de energía verde; la tecnología digital es una de las herramientas clave en la lucha contra el cambio climático, cambiar e impulsar un desarrollo más sostenible como comunidad global.
Los ahorros de energía y las reducciones en las emisiones de carbono que permiten las TIC en otros dominios también superan con creces lo que la industria de las TIC pueda lograr por sí misma. Según la Global Enabling Sustainability Initiative (GeSI), las TIC tienen el potencial para permitir una reducción del 20% de las emisiones globales de CO2 para 2030.
Las grandes empresas deben poner de su parte para contribuir a un mundo más verde y sostenible, un mundo digital. Por ejemplo, construir activamente la sustentabilidad en todo el ciclo de vida de los productos, también ayudando a otras industrias a reducir su consumo de energía y emisiones para apoyar un modelo más circular economía. En resumen reducir las emisiones de carbono, promover las energías renovables y contribuir a sistemas económicos más regenerativos.
Un mundo inteligente también debería ser un mundo verde. Los avances tecnológicos pueden ayudar a comprender mejor y proteger la naturaleza, mitigando el impacto de la actividad humana en el planeta. La tecnología puede trabajar en armonía con la naturaleza y ayudar a hacer de este mundo un lugar mejor.