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¿Estamos frente a la ‘criptoextinción’?

Durante los últimos 12 meses, las criptomonedas más fuertes se han apreciado y proyectos muy sólidos de reconfiguración de cadenas de bloques y de carteras digitales han irrumpido en la industria.
vie 28 julio 2023 06:08 AM
cbdc mexico
En un entorno financiero constantemente bajo acecho de fraudes y estafas, la promesa de la seguridad de las criptos les da aire y vida de cara a un futuro promisorio, considera Sebastián Medrano.

(Expansión) - Particularmente, durante la pandemia se vio un pico tremendo en los mercados de criptomonedas y activos digitales, como los NFTs o los bienes raíces metaversales, entre otros. Por poner un ejemplo obvio de esto, pensemos en los precios del bitcoin, quizá la criptodivisa más importante y conocida a nivel mundial, sobre todo en la medida en que su comercialización es de las más generalizadas.

A principios de 2020, el precio de una bitcoin apenas rozaba el equivalente a 150,000 pesos; sin embargo, en plena emergencia sanitaria por covid-19, en noviembre de 2021, ese mismo activo superó la barrera del 1,300,000 pesos mexicanos. Y fenómenos similares se observaron a lo largo de una industria que se veía con un futuro prometedor y con el potencial de cambiar la dinámica de las divisas digitales, para siempre.

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Pero en 2022 y 2023 la historia dio un giro inesperado: una de un invierno cripto que ha visto caer a criptomonedas, traders y hasta países enteros (sobre todo, aquellos que se dedicaban fuertemente a la minería) en cuestión de meses. Tras esos desplomes bursátiles cada vez se cuestiona más si estamos frente a la criptoextinción, ¿será?

Otra 'criptolocura' es posible

En medio de la criptolocura de 2021 y el criptoinvierno de 2022 estos activos digitales fueron noticia a diario: la aparición de alguna cartera novedosa, la decisión de algún país de aceptarlo como moneda legal en curso y, por supuesto, los grandes fraudes de estafadores que aprovecharon el entusiasmo para timar gente. Posterior a eso pareciera que ya desaparecieron por completo.

Pero la realidad es otra. Poco a poco, a lo largo de los últimos 12 meses, las criptomonedas más fuertes se han apreciado y proyectos muy sólidos de reconfiguración de cadenas de bloques y de carteras digitales han irrumpido en la industria. En la medida que hay menos ruido alrededor del sector, se ha empezado a entrever otro tipo de criptolocura, una mucho más mesurada y, sobre todo, más alejada de las personas que se quieren hacer millonarias sin trabajo y a costa de otros.

La promesa de la seguridad

La tecnología detrás de las criptomonedas es una que las hace invaluables; tal vez, por ello mismo se han prestado a volverse vehículos de especulación en distintos puntos de su existencia. No obstante, las cadenas de bloques presentan una forma de conectar a usuarios, instituciones financieras y comerciantes (básicamente cualquier persona en el planeta), mediante transacciones seguras y complementamente rastreables y comprobables.

Paralelamente, el uso de criptomonedas también permite que se articulen entornos de confianza absoluta entre personas que necesiten hacer transacciones con la tranquilidad de que no estén a expensas de posibles ataques o vulnerabilidades digitales. En un entorno financiero constantemente bajo acecho de fraudes y estafas, la promesa de la seguridad de las criptos les da aire y vida de cara a un futuro promisorio.

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El Santo Grial de la dinamización

Toda innovación trae consigo un ciclo de hype, como Gartner lleva algunas décadas analizando. Un detonador tecnológico lleva a que medios, participantes y usuarios crean que el nuevo producto en cuestión revolucione para siempre una industria, si no es que el mundo entero. Pero lo cierto es que después de tanto bombo y serpentina llega una meseta de productividad muchísimo más oportuna.

En ese sentido, no hay tal cosa como una ‘criptoextinción’ en curso, sino que abre posibilidades interesantes para que todo el sistema financiero adopte este tipo de tecnologías con mayor entusiasmo, particularmente para su dinamización. Si acaso, que sirvan el ascenso, desplome y recuperación de las criptomonedas en los últimos años para recordar que siempre hay que tomar las cosas con cautela, sin emoción extrema, pero tampoco sin alarma.

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Nota del editor: Sebastián Medrano Gallo es economista y especialista en temas fintech. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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