Este plato ayuda a que los niños coman bien

Educar a los niños con una buena cultura alimentaria en casa podría ser una de las cosas más importantes que pueden hacer los padres.
nutricion infantil

(CNN) - Unos platos segmentados con imágenes de los alimentos recomendados en cada compartimiento ayudó a niños de preescolar a comer más verduras, según una investigación que se publicó en agosto en la gaceta JAMA Pediatrics.

Estas charolas de comida han arrojado resultados similares en

pero no en niños más pequeños. Los investigadores dicen que esta podría ser una herramienta para fomentar hábitos saludables en niños de edad temprana.

"Es un periodo realmente importante en la vida del niño para experimentar con frutas y verduras", dijo Emily Melnick, autora

y candidata al doctorado en Ciencias de la Salud y la Conducta de la Universidad de Colorado en Denver (EU).

En los días en los que los niños usaron los platos se sirvieron casi 14 gramos más de verduras al día en promedio (y comieron unos 7.5 gramos más) que cuando usaron los platos blancos

Eso significa que comieron una o hasta dos porciones adicionales del tamaño de una zanahoria miniatura, según estimados de Melnick.

Sin embargo, Roseanne Lesack, psicóloga conductual de niños que supervisa la clínica de trastornos de la alimentación de la universidad Nova Southeastern de Florida (EU), señaló que "no hay

y lo que el estudio está buscando es una bala mágica".

“La cultura de la alimentación en Estados Unidos no es la más sólida en cuanto a la integración automática de la

A los padres de familia les estresa mucho saber qué hacer ", explicó Lesack, quien no estuvo involucrada en el estudio.

Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos los niños de entre cuatro y ocho años deberían comer alrededor de una y

de verduras al día, tal vez más dependiendo de su actividad física. La dependencia tiene un diagrama, conocido como , en el que se basó el diseño que se usó el estudio.

Al final 7.5 gramos no hacen una porción adicional, señaló Melnick, aunque de hecho "significa que hay voluntad de consumir más frutas y verduras", cosa que según otras

podría estar relacionada con una preferencia mayor por las cosas saludables más adelante en la vida.

Lesack dijo que no está claro cuál sería ese umbral, pero "siempre

de las ayudas y los apoyos visuales y de modelar la conducta adecuada".

Lesack, quien tiene hijos y es vegetariana, dijo que exponer a los niños a alimentos saludables y decidir "qué clase de

de la alimentación creas en tu casa" podría ser una de las cosas más importantes que los padres pueden hacer por los hábitos saludables en la alimentación de sus hijos.

"En mi casa, sabemos que no es una comida de verdad si no hay ensalada", apuntó.

En el pequeño estudio de Melnick se observó a 235 niños de preescolar en Arvada, Colorado (EU), con una edad promedio de 3.8 años. El incremento clave en el consumo de verduras

un día después de la intervención, cuando el menú incluyó pepinos y zanahorias, pero no fruta (en los siguientes dos días, la escuela sirvió brócoli, de acuerdo con Melnick, pero no pudo determinar si estas verduras en particular influyeron en los resultados).

En el estudio también se determinó que los niños no consumieron una cantidad

de frutas con el plato segmentado, cosa que según el reporte, podría ser un "efecto de tope".

"Los niños estaban consumiendo la mayoría de las frutas que estaban disponibles a la hora del almuerzo

pero solo estaban consumiendo el 65% de las verduras de los platos. Así que hay más espacio para mejorar", dijo Melnick.

Esta, por sí sola, fue

agradable para Lesack: que los niños tan pequeños "estuvieran escogiendo frutas y verduras para poner en su plato".

Los niños más pequeños ya apuestan por elegir frutas y verduras para ponerlas en su plato.

En

de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades de Estdaos Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), se demostró que los niños no comieron suficientes frutas y verduras entre 2003 y 2010 y que solo el consumo de fruta aumentó en ese lapso.

En

se ha demostrado que las tácticas de promoción, como los banners o los comerciales, podrían incrementar las probabilidades de que un niño escoja verduras para comer en el almuerzo.

En otro estudio, publicado a principios de agosto, se propone que presionar a los

"no tiene efectos, ni buenos ni malos, en los remilgos ni en el peso en esta población", de acuerdo con la autora de dicho estudio, la pediatra Julie Lumeng, profesora investigadora del Centro de Crecimiento y Desarrollo Humano de la Universidad de Michigan (EU).

Melnick también ha trabajado en programas de educación en nutrición a largo plazo en escuelas; sin embargo, estos programas de un año también

más tiempo y más trabajo que este estudio, señaló.

"Es realmente interesante ver que algo tan sencillo como introducir un plato podría influir en los patrones de

de los niños", dijo.

Para Lesack, es una cuestión de implementación de políticas.

"¿En dónde ponemos nuestros recursos?, ¿hay acaso un millón de cosas que pueden provocar que un niño coma

miniatura o dos? Es probable. ¿Vale la pena gastar un millón de dólares en cada distrito escolar para comprar platos con zanahorias y melones pintados? Probablemente no”, se preguntó.

Melnick dijo que no solo los niños usan estos platos.

"A los maestros les encantaron en cuanto a las conversaciones que tenían con los niños

y a los grupos alimentarios… y cómo tendría que lucir tu plato", señaló.

"Fue una experiencia educativa divertida", agregó.

Jacqueline Howard, de CNN, contribuyó con este reportaje.