Western Village, el parque de diversiones abandonado en Japón

Uno de los aspectos más inquietantes del lugar es que aún alberga autómatas y osos de peluche.

(CNN) - Mientras exploraba Japón en 2016, el fotógrafo parisino Romain Veillon descubrió el Western Village, un abandonado parque de atracciones inspirado en el viejo oeste estadounidense del siglo XIX.

Las fotografías que Veillon tomó son inquietantes. Aunque es un parque temático abandonado, el fotógrafo francés no quiso darles un matiz tenebroso.

"Explorar estos lugares es como viajar al pasado. Es algo increíble perderse allí

lo que podría haber sido la vida de los habitantes y lo que pudo haber ocurrido cuando estaba lleno de vida", dijo Veillon a CNN Travel.

Cuando deambulamos por un lugar desierto la mente se llena de preguntas y el hecho de que estas preguntas a menudo no tienen respuesta hace que el lugar sea aún más intrigante.

"Cada historia será diferente y eso es lo que me encanta", dijo Veillon.

Antigua vida

Mientras viajaba por Japón, Veillon visitó un par de parques temáticos abandonados, incluido Nara Dreamland, un parque de diversiones fallido que adquirió

post-apocalíptico en sus últimos años de existencia, para finalmente ser demolido en 2016.

Veillon habló con CNN Style sobre sus experiencias en

El Western Village, sin embargo, sigue en pie. Fue construido en 1975, pero abandonado en 2007.

"Desde entonces se hizo famoso entre los fotógrafos y exploradores que aman perderse en el tiempo en este increíble sitio atemporal", dijo Veillon.

Además de los juegos y las salas recreativas, Western Village tenía una réplica del conjunto escultórico del Monte Rushmore, que fue parte de una

de 27 millones de dólares.

"Querían que fuera el símbolo del parque que pudiera verse desde las carreteras circundantes", contó Veillon.

Poco a poco el parque fue deteriorándose y resultó incapaz de

con Disneyland o Universal Studios.

Durante su visita, Veillon pasó varias horas deambulando por el parque y examinando su estado: "Tienes tiempo para pensar sin prisas y también el tiempo para fotografiar el lugar para mostrar lo que piensas de estar allí y cómo lo traduces", dijo.

"Tuvimos suerte, cuando exploramos el Western Village estaba completamente vacío".

Uno de los aspectos más inquietantes del parque es que

autómatas y osos de peluche: estos robots olvidados, ya de por sí escalofriantes, adquieren una sensación dantesca en un entorno tan ruinoso.

"También fue irreal ver a todos estos robots dejados por doquier, [...] tenía la impresión de estar en el set de una película de ciencia ficción", dijo Veillon.

El fotógrafo también se sorprendió por la semejanza con la popular serie estadounidense de ciencia ficción Westworld, que tiene lugar en un parque temático del viejo oeste donde los robots enloquecen y se rebelan contra los visitantes.

"Tranquilo e irreal"

Veillon insistió en que vagar por el parque no fue una experiencia tenebrosa, "Sé que a muchas personas

decir que [era] un lugar extraño con una atmósfera extraña, pero no fue el caso para mí".

"Fue muy tranquilo y muy irreal. Tranquilo porque cuando visitas Japón, hay muchas personas en todas partes y de repente llegas a un parque de diversiones abandonado, y disfrutas esa soledad", añadió.

El fotógrafo comparó la experiencia de explorar un lugar abandonado como viajar en el tiempo o "estar solo en un museo olvidado".

No a todos

lugares abandonados. Hay cierto dilema interior y algunos creen que es desagradable solazarse con ese abandono, al que llaman “porno de ruinas”.

Cuanto más popular es un lugar para los fotógrafos de ruinas, mayor es la seguridad y el futuro del parque queda en entredicho.

Veillon no está seguro de lo que sucederá con el parque Western Village: "Últimamente escuché que han habido cambios, cerraron todo el complejo y cortaron toda la vegetación. Entonces, creo que significa que harán algo con él, solo espero que no lo destruyan", dijo.

Para Veillon, explorar los lugares abandonados sigue siendo un ejercicio satisfactorio. Incluso ha publicado un libro, Ask the Dust, que muestra sus fotografías

y publica actualizaciones periódicas sobre sus exploraciones en su cuenta de Instagram.

"Lograr mostrar algo de belleza emergiendo de este caos también es muy gratificante", dijo.

Además, ante todo se ve a sí mismo como un viajero, y

no se limita a lugares abandonados.

"Lo que más me gusta es viajar, descubrir nuevas áreas, personas y costumbres", aseguró.