“En la industria electrónica es especialmente importante, para poder seguir avanzado puestos, tener experiencia internacional”, señala Koger.
Intel buscaba enviarla a un puesto a Asia, pero Kroger también tenía interés por trabajar en la región de América Latina. En Phoenix, a finales de los 90, trabajaban dos grandes electrónicas: Intel y Motorola.
“Yo tenía un grupo de amigas en Intel y otro en Motorola. Nos juntábamos a jugar golf el sábado. Entonces le dije a alguien ‘Oye, amiga, ¿no tienes el correo del director de finanzas de la planta que tiene Motorola en Guadalajara?, porque me interesa mandarle mi CV a ver qué tal’”, cuenta.
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Un cuarto de hora después de que envió su correo, recibió una respuesta: en Guadalajara estaban buscando justo una gerente de planeación financiera. Dos semanas más tarde, ya estaba instalándose en la capital de Jalisco.
“Cuando yo acepté el puesto, no hablaba ni una sola palabra de español. Sí es un tema de idiomas, pero también de conocimiento. Me contrataron por mi experiencia y por mis habilidades de electrónica y de liderazgo. Vieron la posibilidad de ayudarme en el corto plazo a aprender el idioma”, explica Kroger.
La aventura en Motorola no resultó del todo grata. En 2003, la empresa, que había cambiado de nombre a ON Semiconductor, se vio obligada a cerrar una de sus plantas. La elegida era la de Guadalajara. En ese entonces, Kruger ya era la gerente, por lo que tuvo que encabezar el cierre.