Sin embargo, Raúl Martinez-Ostos, presidente y director general de Barclays México, consideró que estas presiones a la economía son momentáneas, debido a que es el primer año del gobierno de López Obrador y a la transición política que hubo en el país.
"Es un periodo que sí le mete presión a las diferentes variables financieras del país, pero creo que las agencias calificadoras no están viendo sólo un lado de la moneda, sino ven una visión positiva al ver el mediano y largo plazo", consideró. “El que bajen la calificación no es el desastre total”, apuntó
El directivo dijo que hay tres variables que se deben considerar y que dan estabilidad macroeconómica: no elevar la deuda financiera del país, respetar la autonomía del Banco de México y el compromiso hacia Pemex. “No recuerdo una administración que haya tenido el compromiso con Pemex de buscar liquidez, ajustar el régimen fiscal para quitarle la carga”, agregó.
Para el director general de Barclays, el tema de la amenaza de Trump se superó y el resultado "habla bien de la administración actual de no buscar una política de enfrentamiento".
En mayo pasado, el Banco de México redujo su pronóstico de crecimiento de este año debido a una contracción de 0.2% de la economía en el primer trimestre. El banco central bajo su estimado a un rango de entre 0.8% a 1.8%, desde un previo de 1.1% al 2.1%.