Franciso Legorreta Chauvet
Francisco Legorreta Chauvet sustituyó a su padre, Agustín Legorrela López Guerrero, como director general del Banco Nacional de México en 1971. Diez años más tarde, durante el sexenio de José López Portillo, se nacionalizó la banca, y la institución financiera pasó a manos del Estado.
Ya en el gobierno de Miguel de la Madrid, Legorreta se quedó con lo que fuera la casa de bolsa Banamex y, a la postre, la convirtió en Inverlat, aunque no le fue tan bien como esperaba.
Entre 1982 y 1983, la dirección general del banco estuvo a cargo de Rubén Aguilar y Fernando Solana, este último designado por Miguel de la Madrid.
David Ibarra Muñoz
En 1984, cuando el banco cumpió 100 años y adoptó el acrónimo Banamex y luego de la nacionalización de la banca, David Ibarra Muñoz asumió funciones directivas.
Ibarra Muñoz, luego de su estancia en Banamex, ocupó el cargo de secretario de Hacienda (1977-1982), fue director de la oficina de México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de 1970 a 1973, y director general de Nacional Financiera (1974-1976).
Alfredo Harp Helú
En 1991, luego de comprar al Banco Nacional de México junto con Roberto Hernández Ramírez y un grupo de inversionistas, Alfredo Harp Helú tomó la presidencia del Comité de Dirección del banco con facultades de director general.
Dejó el cargo en 1996, año en que compró al equipo de beisbol Guerreros de Oaxaca. Dos años antes adquirió los Diablos Rojos del México; ambas escuadras pertenecen a la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
En 2004 fundó en Oaxaca la academia de Beisbol y desde 2012 es accionista de los Padres de San Diego, novena de Las Grandes Ligas de Estados Unidos. En 2019 terminó la construcción del estadio de beisbol que lleva su nombre en la Ciudad de México.