Emilio Lozoya Austin, la carta por la que apostó la administración de Enrique Peña Nieto para dirigir a Pemex en el contexto de la reforma energética de 2013, dirigió a la compañía no sólo en uno de sus momentos más complicados, sino que dejó algunos escándalos bajo la alfombra de la compañía.
El ex directivo de Pemex enfrenta acusaciones por recibir pagos por parte de la acerera regiomontana AHMSA, justo después de que la compañía estatal compró una planta para la producción de urea, que llevaba 14 años sin usarse.
Pero las acciones polémicas del ex funcionario público se acumularon entre 2013 a 2016 cuando dirigió a la empresa más grande del país.