Los acreedores de la prestadora de servicios petroleros Oro Negro pusieron en subasta las cinco plataformas de la compañía, sus activos más valiosos, para saldar parte de los préstamos que dieron para iniciar la empresa, fundada por Gonzalo Gil White, hace casi ocho años y que ahora se encuentre en proceso de extinción.
Los bonistas de Oro Negro subastan las plataformas para recuperar su dinero
“El grupo Ad Hoc busca maximizar el valor de las plataformas Primus, Laurus, Fortius, Decus e Impetus con el fin de asegurar los intereses de los bonistas existentes”, dice Nordic Trustee, el fideicomiso noruego que en 2014 brindó sus servicios para que Oro Negro obtuviera los préstamos. Existen dos bonos en cuestión: uno por 916 millones de dólares (mdd), y otro por 50 mdd.
La propuesta pide a los tenedores de los bonos aceptar que las plataformas se pongan a subasta en las Bahamas. Lo acreedores aceptaron los términos, por lo que este proceso ya inició, dijeron fuentes con conocimiento del tema.
Recomendamos: Oro Negro se enfrasca en lío de película.
Las plataformas son la parte medular del negocio de las firmas como Oro Negro, que en 2012 buscaba posicionarse como la mayor arrendadora de equipos de perforación para Pemex. Pero la crisis petrolera de 2014 tumbó sus cálculos financieros, cuando la petrolera nacional cerró la llave de la inversión en exploración.
La compañía se declaró en la quiebra en junio de 2019, tras dos años de intentar salir del concurso mercantil. Los directivos de la compañía no solo no lograron convencer a los bonistas para reestructurar la deuda de la empresa, sino que dispararon los conflictos entre ambas partes que ahora llevan acusaciones tanto en tribunales mexicanos como en Estados Unidos.
Los acreedores ahora deben aprobar la propuesta para la venta de las plataformas, y así recuperar parte del dinero que apostaron en Oro Negro.