El tema de la pesada carga laboral de la compañía forma parte de las variables que toma en cuenta el estudio del instituto para mostrar las dificultades a las que se encuentra el gobierno para mejorar la situación de una empresa que está en “quiebra técnica”.
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“Cada año, desde 2009, sus gastos han sido mayores a sus ingresos, por lo que se ha visto obligado a contratar más deuda: sus obligaciones financieras crecieron un 113% en términos reales al pasar de 631,850 millones de pesos al cierre de 2009 a 2 billones de pesos al 30 de junio de 2019”, dice el texto.
La caída en la producción petrolera de la compañía ha influido en el rápido deterioro de sus finanzas y el incremento de su deuda. Pero el rescate financiero que ha emprendido la administración de Andrés Manuel López Obrador va camino a fracasar como lo han hecho otras inyecciones de capital en anteriores gobiernos, debido a que no se ha transformado la estructura de la compañía, considera el IMCO.