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La extracción de gas natural de la petrolera estatal ha caído cerca de 40% entre 2014 y 2019, lo que ha abierto el gran boquete que han llenado el gas natural proveniente desde Estados Unidos.
La expansión del sistema de gasoductos desde Estados Unidos a México iniciado desde 2010 ha impulsado estas compras, y la entrada en operaciones del ducto marino que conecta al sur de Texas con Tuxpan comienza a ampliar las oportunidades para traer gas natural, dice Daniel Enrique Guerrero, experto en temas energéticos.
“El gas natural que se importa por el ducto marino deja espacio en el sistema para más compras”, dice el especialista. El gasoducto de las firmas TC Energy y IEnova, que frenó su entrada en operación por el conflicto con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador , transportó 773 millones de pies cúbicos el 6 de enero de este año, según reportes operativos de la infraestructura.
Las compras al exterior pudieran crecer aún más, pero mientras la producción de Pemex siga a la baja y no exista la infraestructura para llevar la molécula desde Estados Unidos hacia el sur del país, los incrementos serán limitados, dice Guerrero.
“El sureste es una zona productora de gas natural, pero como la mayor parte se usa en la producción petrolera, lo que queda para los privados o CFE es muy poco”, dice el especialista.
El Centro Nacional de Gas Natural (Cenagas) busca ampliar la capacidad para llevar gas natural desde Estados Unidos a esta zona a través de una reconfiguración de la central de compresión de Cempoala en Veracruz.
El gobierno espera además que su plan para incrementar la producción de petróleo en zonas poco profundas del Golfo de México, y en tierra, aumenten también la extracción de gas natural de Pemex, aunque la estrategia aún no ha mostrado los resultados esperados por la administración.