“El déficit entre los ingresos por porteo y los egresos por el servicio Transmisión y Distribución, se reduciría si los cargos de porteo de los CIL se incrementaran entre un 150% y 233 % en relación con las tarifas reguladas”, dice el reporte.
Los cambios a las tarifas van a impactar a 4,000 MW de generación de proyectos eólicos que dan su energía a firmas como FEMSA, Soriana, Liverpool, Arca, Cemex o Bimbo entre muchos otros clientes de menor tamaño, dijeron las fuentes.
“También a muchos comercios, hoteles, banca, hospitales, escuelas, servicios municipales y estatales (alumbrado público, bombeo de agua, transporte)... Incluso le va a pegar a Pemex, que también usa el porteo para la planta de cogeneración de Nuevo Pemex para suministrar todos sus centros de consumo”, dice una de las fuentes.
Los cambios pueden desatar conflictos legales tanto con las firmas como los generadores y los bancos involucrados, debido a que el acuerdo, que aún no se ha dado a conocer, puede interpretarse como un cambio en los derechos que tenían estas centrales que se constituyeron bajo otros supuestos, y que esta alza puede dañar sus perspectivas económicas, dijeron dos de las fuentes.
“El problema es el mensaje, que estos proyectos como tienen derechos adquiridos y el gobierno les dijo que podían operar por 25 a 30 años, cambias las condiciones. Y los haces inviables financieramente. Y te pueden pelear y ganar y, además, indemnizarlos”, dice una fuente legal con conocimiento de este tipo de contratos.
Las fuentes consultadas también coinciden en que las condiciones tarifarias de esos contratos sí pueden verse como ventajosas en estos momentos, sobre todo aquellas más cercanas a la publicación de la reforma energética, y que se terminaron con posterioridad, manteniendo las ventajas de la ley anterior.
Pero la forma en que se están impulsando las modificaciones vulnera la certidumbre jurídica de los proyectos en el sector, además que pueden incrementar los costos para las empresas que los usan, lo que a su vez van a terminar trasladando al consumidor, coinciden las fuentes consultadas.
Los cambios a la tarifa estampilla formaron parte de la conversaciones y peticiones que intercambió la CFE durante el año pasado en una serie de peticiones que realizó ante la CRE, con el fin de “emparejar” el terreno de juego para el ex monopolio estatal. La medida se da además luego de una serie de acuerdos publicados por el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) y la Secretaría de Energía (Sener), que también han causado impactos entre los renovables.