Piezas como estas botas vaqueras, e incluso la manufactura para marcas de lujo, son una oportunidad para que las empresas mexicanas logren darle un impulso a la industria, que enfrenta una fuerte competencia de productos chinos, además de compensar así los costos laborales más altos en México en comparación con Vietnam.
“Un desafío de la industria es voltear a ver productos de más valor, ese es el gran reto desde el cual estamos trabajando para llevar al exterior productos de mayor valor”, dice el presidente de la CICEG, en entrevista con Expansión.
En el caso de los productos de mayor valor, es posible diluir algunas de las alzas que la industria zapatera registra en su cadena de valor, como es el caso del encarecimiento de la mano de obra. Las botas vaqueras, por ejemplo, tienen detalles hechos a mano, como bordados o pespuntes, que se valoran bien en el mercado.
“El mundo es muy grande y hay muchos tipos de productos y nosotros tenemos esta parte de nuestra industria, que es productos de alto nivel de exportación", añade.
Los fabricantes de calzado exportaron un total de 33 millones de pares de botas vaqueras en el año 2022, mientras que en 2023 la cifra se redujo a 30 millones. Sin embargo, esta disminución en el volumen fue compensada por el aumento en los precios de venta.
Aunque los productores no sólo venden las botas. Durante el Salón de la Piel y del Calzado (SAPICA) en León, Guanajuato, un vendedor de un stand de un fabricante de botas comentó que estas representan el 80% de las exportaciones dirigidas a Estados Unidos, con un mercado constante en Texas. Además, las botas sirven como gancho para la comercialización de otros productos, como bolsos, chamarras e incluso sombreros.
Por otro lado, el representante de la industria detalla que la demanda está en aumento en mercados como China, y se realizan envíos a países europeos, aunque no se especifica el porcentaje o el valor de estas exportaciones.