Javier Perochena, director de relación con emisoras de BIVA, anticipa que hay hasta una decena de emisoras con un pie fuera de la BMV para conectarse a esta Bolsa que lleva 3 años de operación. “Tenemos varias emisoras que están próximas a anunciar el cambio, tanto de acciones, como de deuda, como de estructurados. Yo creo que en las siguientes semanas se irán haciendo públicos estos cambios”, afirma Perochena. “Este dinamismo llegó para quedarse y lo estaremos viendo cada vez más”.
¿Pero qué fue lo que dinamizó este interés de migración entre las emisoras? Con el fin del monopolio en el mercado bursátil mexicano, las reglas de operación se tuvieron que replantear, y uno de los últimos cambios que se hizo fue en la Circular Única de Emisoras.
La modificación en esta circular planteaba que fuera el director general de una empresa quien decidiera el cambio del listado de valores de una Bolsa a otra, sin que sea decisión exclusiva de un comité técnico o un consejo de administración como sucedía anteriormente. Tan fácil como cambiar de una compañía telefónica a otra; o quizá una mejor analogía sería: tan fácil como cambiar servicios de streaming.
Finalmente, este cambio se publicó en el Diario Oficial de la Federación en noviembre de 2019. Aunque este no fue el caso de FHipo por ser un vehículo fiduciario y que forzosamente obliga a pasar por la aprobación de un comité técnico, los directores generales de otras emisoras en el mercado de capital o de deuda pueden optar por cambiar de una Bolsa a otra. De ahí que BIVA vea un mayor interés de otras emisoras listadas en la BMV.
“Se necesita de un proceso sencillo, poco burocrático y no tiene afectación en los tenedores de los títulos”, señala Perochena. Además, añadió el directivo de BIVA, otro atractivo que ven las emisoras al momento de hacer un cambio de Bolsa es que refrescan su imagen de cara a los inversionistas al estar nuevamente en el foco de los reflectores y hay una mayor bursatilidad.