Los líderes demócratas están inquietos porque temen que si fracasan en el intento de destituir a Trump, lo fortalecerán en la carrera rumbo a 2020 y validarán su estilo transgresor.
La versión de la Casa Blanca
La Casa Blanca está dedicada a decir que la comparecencia de Mueller no es nada nuevo y se mantiene firme en su versión de que no hubo colusión ni conspiración de la campaña de Trump con Rusia, ni obstrucción de la justicia de parte del presidente.
"Consideramos que esto es, en gran medida, un caso cerrado", dijo la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Sus comentarios reflejan que el discurso de Mueller no hizo cambiar de opinión a los senadores republicanos respecto a votar a favor de la destitución del presidente.
Además, parece que Trump se muere de ganas de entablar una batalla por la destitución para acicatear a sus bases. Una fuente que conoce la forma de pensar de Trump explicó a CNN su actitud ante la destitución.
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"Hagámoslo. Esta batalla terminará a nuestro favor. El pueblo estadounidense verá que esto es un timo. Lo es", dijo la fuente.