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El problema es que, en Estados Unidos, pocos seguros cubren el 100% de los gastos. Como el sistema es casi exclusivamente privado, cualquier reembolso depende de una negociación entre el hospital o la farmacia y el asegurado. Existen varios niveles de reembolso, varios tipos de franquicias, copagos por consultas, etc.
Al final el asegurado siempre tiene que pagar una parte de su bolsillo.
"Los copagos nos mataban, teníamos tantas citas médicas", dice Cathy. "Durante mucho tiempo nos ahogábamos, era constante".
"Mejor divorciarse"
Dan sumó para la AFP los costes relacionados con la salud de su hija desde 2005, cuando empezó a registrar cada pago minuciosamente. Antes sólo hacía estimaciones. En 14 años, su familia pagó 100,000 dólares en hospitales; 22,000 en medicamentos; 15,000 en comidas durante los ingresos de Olivia, etc. En total fueron 192,000 dólares.
OPINIÓN: La larga carrera demócrata
"Teniendo en cuenta lo catastrófico de eso, salimos bastante bien adelante", dice Dan. "Media docena de veces tuvimos que lidiar con cobradores de deudas, eso fue lo más difícil".
La casa en la que viven sirvió de alcancía para pagar sus deudas. Los Maccoux hipotecaron su casa para conseguir dinero.
El desastre empeoró en 2001. A otra de sus hijas, Traci, le diagnosticaron una enfermedad rara cuando tenía 11 años: el síndrome del dolor regional complejo, que provoca dolores insoportables.