Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

La escalada en Siria provoca una nueva crisis de refugiados en Europa

Turquía abre su frontera hacia la UE, después de duros enfrentamiento con las fuerzas leales a Bashar al Asad en Idlib, el último bastión de los rebeldes.
mar 03 marzo 2020 01:46 PM
Crisis migratoria
La ONU considera que la crisis actual es la peor ola de desplazamientos desde que comenzó la guerra en Siria, en 2011.

La escalada de la tensión entre Damasco y Ankara en la región de Idlib, el último feudo opositor en Siria emplazado en la frontera con Turquía, ha provocado que el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, ponga en práctica sus amenazas y abra de nuevo las puertas a los refugiados sirios que desean llegar a Europa.

Turquía alberga más de 3.5 millones de refugiados sirios, según ACNUR, y ha asegurado reiteradamente que no puede hacerse cargo de todos ellos ni aceptar nuevas llegadas desde Siria, en cuya frontera septentrional hay casi un millón de personas esperando su oportunidad para cruzar a territorio turco.

Publicidad

En el lado sirio de la frontera, la violencia se ha intensificado desde febrero y el Ejército turco, que interviene en el país vecino desde 2016, y las fuerzas leales al presidente Bachar al Asad se han enfrentado directamente en varias ocasiones.

Para lidiar con la guerra, este papá enseñó a su hija a reír ante los bombardeos.

La decisión de Erdogan de abrir las fronteras y permitir el paso de los migrantes hacia Europa se produjo precisamente después de que Turquía viviera la semana pasada el peor episodio de su intervención militar en Siria, con la muerte de una treintena de soldados en ataques que atribuyó al Ejército sirio en Idlib.

¿Chantaje o llamamiento internacional?

En numerosas ocasiones en los pasados años Erdogan ha pedido a Europa que ayude a Turquía, el país que alberga más refugiados sirios en el mundo con 3.587.266 del total de 5.561.824 registrados por ACNUR.

Para el gobierno sirio, Erdogan está "usando el sufrimiento de los sirios" con el objetivo de "chantajear a los países europeos", permitiendo que olas de refugiados se dirijan hacia la Unión Europea (UE).

Recomendamos: Las fuerzas kurdas llegan a un acuerdo con el gobierno de Siria

El analista turco Ömer Özkizilcik, experto en Siria para la SETA Foundation con sede en Ankara, dijo a la agencia EFE que la medida de Erdogan, "más que abrir las puertas hacia Europa, es un llamamiento para la ayuda humanitaria porque el gobierno turco no puede hacerse cargo solo".

Publicidad

Consideró que una solución a la actual crisis sería establecer "zonas seguras en Siria para asegurar que los refugiados sirios puedan volver a su país", una opción que el propio Erdogan ha planteado anteriormente.

Incluso el año pasado el Ejército turco lanzó una operación en el noreste de Siria con el objetivo declarado de establecer una franja de 30 kilómetros de ancho y 480 kilómetros de largo en la que reubicar a unos dos millones de refugiados sirios.

Lee: ¿Quiénes son los kurdos y cuál es su papel en la guerra de Siria?

De momento son pocos los refugiados que han podido regresar a sus hogares en Siria, a pesar de que la violencia ha remitido en gran parte del país.

Por su parte, la portavoz de Save the Children en Oriente Medio y Europa Oriental, Joelle Basoul, afirmó a EFE que la UE "debe asumir la responsabilidad intensificando sus compromisos de reasentamiento y asegurando que la ayuda humanitaria pueda llegar a los más vulnerables".

Asimismo, apunta que los niños son los que "deben tener acceso inmediato a la protección y no deben ser empujados a través de las fronteras como peones en un juego político".

Recomendamos: 5 claves del plan de paz entre Israel y Palestina propuesto por Trump

Una desescalada, en manos de Rusia y Turquía

El próximo jueves está previsto que Erdogan se reúna con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en Moscú y en sus manos está el futuro de Idlib y de los más de tres millones de personas que se encuentran atrapadas en la región, muchas de ellos desplazados de otras áreas de Siria.

Publicidad

Turquía, valedora de la oposición armada a Damasco, solo habla con Rusia, principal aliado del gobierno sirio, ya que no hay relaciones entre los dos países vecinos.

Ankara y Moscú habían pactado en 2018 una zona desmilitarizada en torno a Idlib para evitar una ofensiva gubernamental sobre el último bastión rebelde del país, pero ese acuerdo es ahora papel mojado y el Ejército sirio se ha hecho con el control de cerca de la mitad de la zona de la que tenían que retirarse todos los combatientes de ambos bandos.

Recomendamos: El abandono de EU obligó a este padre kurdo a huir con sus cinco hijos

En el marco de ese pacto, Turquía y Rusia han intentado restablecer la calma en Idlib y han anunciado numerosos ceses de hostilidades en Siria, pero ninguno se ha cumplido y la violencia ha dejado en esta zona del noroeste del país más de 1,500 muertos desde abril de 2019, según la ONU.

Idlib, la mayor ola de desplazados de la guerra en Siria

Casi un millón de personas se han desplazado desde el 1 de diciembre hacia zonas en el norte de Idlib, fronterizas con Turquía, así como hacia regiones ocupadas por Ankara en el norte de Alepo, según datos de la ONU.

Naciones Unidas considera la crisis como la peor ola de desplazamientos desde que comenzó la guerra en Siria, en 2011.

Lee: Así cambió Siria con las últimas decisiones de Trump, Putin y Erdogan

Los civiles huyen de los ataques aéreos y de artillería de las fuerzas gubernamentales y de su aliada, Rusia, que a diario golpean la zona desde que comenzó la ofensiva de Damasco en abril de 2019, dejando a poblaciones enteras vacías y otras destruidas.

La virulencia de la ofensiva recuerda la de 2015, cuando el Ejército sirio comenzó sus operaciones militares para recuperar el terreno perdido a manos de los rebeldes, lo que obligó a millones de sirios a desplazarse internamente y a intentar huir a través del Mediterráneo.

Pero en Idlib las esperanzas parecen haberse terminado, ya que no hay vía de fuga.

OPINIÓN: Hay que medir al mundo de acuerdo a cómo trata a los refugiados

Mohamed, de 18 años, vive en la ciudad de Idlib, capital de la provincia homónima, y dijo a EFE por teléfono que no quiere ir a Turquía porque allí "están negociando con las vidas de las personas".

"Soy realista (...) Salir de aquí es casi imposible. Ves cómo la gente está en la frontera esperando para cruzar cuando no se les permite" entrar a Turquía, apunta.

"Los que migraron al principio (del conflicto) tomaron la mejor decisión", concluye.

La violencia en Siria ha provocado un éxodo de 900,000 personas desde diciembre

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad