La dictadura (1973-90) dejó 40,175 víctimas calificadas entre ejecutados políticos, detenidos desaparecidos y víctimas de prisión política y tortura, según balances oficiales. Además, hubo centenares de miles de exiliados.
En el marco de la conmemoración, el gobierno lanzó hace dos semanas un Plan Nacional de Búsqueda para sistematizar información sobre un millar de personas desaparecidas, con el objetivo de establecer paso a paso su trayectoria final, que ha sido bienvenido por las asociaciones de familiares.
Un país dividido
Medio siglo después del golpe militar, Chile sigue dividido entre los que defienden y repudian la dictadura.
Chile viene de años convulsos, no sólo por la pandemia. A fines de 2019 fue sacudido por un estallido social, la actividad económica se ha frenado y el país enfrenta nuevos y severos desafíos en violencia y criminalidad.
Actualmente gobiernan los herederos políticos de Allende, pero el Partido Republicano, que reivindica el legado de Pinochet, ganó las recientes elecciones de los constituyentes que redactan un proyecto de Carta Fundamental para reemplazar a la que se escribió en dictadura.
Según la encuesta Criteria, un 49% considera que la conmemoración del golpe "es irrelevante", mientras que un 48% dijo que estos actos "afectan la convivencia futura".
"El hallazgo más revelador pueden ser los signos de desconexión entre la clase política y el público en general: una mayoría considera que la conmemoración es inherentemente divisiva y retrógrada"; dijo la consultora Teneo en Londres, y alertó que el desencanto podría afectar el segundo intento por reemplazar la Constitución de Pinochet, actualmente en curso tras un primer fracaso.