Noboa anticipó que una vez que asuma el despacho presidencial decretará el estado de excepción, medida que le permite utilizar fondos destinados a otros fines, suspender algunos derechos ciudadanos como la libertad de tránsito y movilizar a militares a las calles.
La semana pasada Noboa acordó una coalición legislativa con y el conservador Partido Social Cristiano (PSC), y el movimiento Revolución Ciudadana, del expresidente Rafael Correa, que probablemente ayude a impulsar sus reformas.
Impulsar la economía
Después de su elección, Noboa emprendió una gira por Estados Unidos y Europa para buscar apoyo de inversionistas y organismos multilaterales.
Pero advirtió que podría equilibrar el cumplimiento de las obligaciones de la deuda externa del país —que llegan 47,400 millones de dólares— con las necesidades de la población.
Ha dicho que creará incentivos para que las empresas aumenten el empleo, reducirá los impuestos a la construcción, establecerá una nueva unidad de inteligencia, suministrará armas tácticas a las fuerzas de seguridad y alojará a los criminales más peligrosos en barcos prisión, entre otras promesas.
Ecuador espera un crecimiento económico de 1.5% este año y de un 0.8% el 2024. Unos 323,000 ecuatorianos están desempleados y el trabajo informal representa más del 50% de la economía, según datos oficiales al tercer trimestre del 2023.
Nacido en Estados Unidos y egresado de prestigiosas universidades extranjeras, el nuevo mandatario es sommelier, sabe de música, intentó ser vegetariano, colecciona ajíes y le apasionan los autos y los caballos, de acuerdo con su equipo de prensa.
Su padre, el magnate bananero Álvaro Noboa, intentó sin éxito llegar en cinco ocasiones a la presidencia.
Con información de AFP y Reuters