Kamala Harris está acostumbrada a romper los techos de cristal y tras la renuncia del presidente Joe Biden a la candidatura demócrata, podría romper un hito más, al volverse la primera mujer negra en ser nominada a la presidencia por uno de los dos principales partidos políticos de Estados Unidos.
“Haré todo lo que esté en mis manos para unir al Partido Demócrata, unir al país y derrotar a Donald Trump”, dijo la vicepresidenta este domingo.
Harris aún debe contar con el respaldo de al menos 1,968 delegados en la Convención Nacional Demócrata, que se celebrará en Chicago del 19 al 22 de agosto. Pero gracias al respaldo que ya recibió del presidente Biden, así como de otros pesos pesados del partido, como Bill y Hillary Clinton, y la senadora Elizabeth Warren, el camino parece más despejado.
"Hoy deseo ofrecer mi total apoyo y respaldo a Kamala para que sea la nominada de nuestro partido este año", señaló Joe Biden en la red social X tras anunciar que se retiraba de la campaña a la reelección.
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El 20 de enero de 2021, se convirtió en la primera mujer, la primera afroestadounidense y la primera asiáticoestadounidense en ser elegida vicepresidenta de Estados Unidos.
Una vez vicepresidenta, dedicó su discurso de victoria a las mujeres que han luchado por la igualdad en el país.
“Kamala, puede que seas la primera en hacer muchas cosas, pero asegúrate de no ser la última”, dijo alguna vez Harris, de acuerdo con su semblanza publicada en el sitio de la Casa Blanca.
Después de dos mandatos como fiscal de distrito en San Francisco (2004-2011), fue elegida dos veces fiscal general de California (2011-2017), convirtiéndose en la primera mujer y la primera persona negra al frente de los servicios judiciales del estado más poblado del país.
Ha sido criticada por su mano dura contra los delitos menores que, según sus oponentes, perjudicó a las minorías.
En enero de 2017 juró el cargo en el Senado en Washington, donde se convirtió en la primera mujer del sur de Asia y en la segunda senadora negra de la historia.
Dos años después, Harris lanzó su campaña para buscar la candidatura demócrata a la presidencia.
En uno de los debates demócratas, Harris atacó duramente a Joe Biden por haberse opuesto en el pasado a una política para trasladar en autobús a escolares negros a colegios en distritos blancos con el fin de poner fin a la segregación racial.
"La niñita (del autobús) era yo", dijo.
Esta salida de tono no salvó su fracasada campaña, que se interrumpió incluso antes de la primera votación de las primarias.
Biden miró más allá de las duras palabras que Harris le dijo en esa campaña para nombrarla su compañera de fórmula en agosto de 2020.
Diplomada por la Universidad Howard, fundada en Washington para acoger a estudiantes afroestadounidenses, Kamala Harris está orgullosa de su trayectoria profesional, que encarna el sueño americano.
Una vez vicepresidenta, dedicó su discurso de victoria a las mujeres que han luchado por la igualdad en el país.
En 2022 Kamala Harris defendió fervientemente el derecho al aborto, puesto en entredicho por la Corte Suprema.
"Algunos líderes republicanos intentan usar la ley contra las mujeres. ¡Cómo se atreven! ¡Cómo se atreven a decirle a una mujer lo que puede o no puede hacer con su propio cuerpo!", dijo.
Esta contundente declaración y la enérgica campaña llevada a cabo por Kamala Harris en todo el país durante el año pasado le han dado un nuevo impulso.
Al comienzo de su mandato cometió errores en temas de diplomacia e inmigración, algo que podría costarle muy caro en la campaña, pues Trump ha hecho de ese último tema el central para ganar adeptos.
Después de la renuncia de Biden y del respaldo de este a una eventual candidatura de Harris, varios internautas revivieron un mensaje en X (antes Twitter) en el que Harris habla de Donald Trump.
“Perseguí a depredadores sexuales. Trump es uno. Cerré universidades fraudulentas. Él es propietario de una. Hice responsable a los grandes bancos. Él les pertenece. No solo estoy preparada para enfrentarme a Donald Trump, estoy preparada para vencerlo”, indica la publicación de noviembre de 2019, cuando Harris buscaba la candidatura demócrata en las elecciones de 2020.
El expresidente, quien sobrevivió hace una semana a un atentado en su contra y fue entronizado en la Conferencia Nacional Republicana el jueves, asegura que será más fácil derrotar a Harris que a Joe Biden, de acuerdo con un reportero de la cadena CNN.
Pero eso no ha hecho que no esté en la mira de sus ataques.
En 2020, el republicano la calificó de "monstruo" y "mujer colérica", términos que evocan estereotipos racistas sobre las mujeres negras.
Entonces el expresidente y su campaña habían buscado pintar a Harris en cambio como una herramienta de la izquierda demócrata que ejercería el poder y la influencia entre bastidores en una presidencia de Biden.
Tras el calamitoso debate de Joe Biden contra Donald Trump el 27 de junio, el millonario de 78 años volvió a atacarla.
Muy dado a buscar apodos para burlarse de sus rivales, Trump la llamó "Kamala la Jovial", porque se ríe a carcajadas, y su equipo de campaña la describió como una izquierdista empedernida.
La vicepresidenta, de 59 años, cuenta que de niña se manifestaba por los derechos civiles junto a su padre jamaicano, profesor de economía, y de su madre india, investigadora del cáncer de mama.
Harris está casada con el abogado Douglas Emhoff, quien la acompañó durante la campaña electoral de 202. Los dos hijos de Emhoff, fruto de un matrimonio anterior, se refieren a su madrastra como “Momala”.
Emhoff, quien es judío, es una de las principales bazas de la Casa Blanca en la lucha contra el antisemitismo.
La pareja busca dar una imagen relajada. En las redes sociales la pareja finge discutir sobre basquetbol: él es seguidor del equipo de los Lakers de Los Ángeles y ella de los Warriors de San Francisco.
