(Expansión) – Históricamente en México hemos tenido un rezago importante en términos de tecnología y ciberseguridad. Y algo muy valioso que nos ha enseñado este periodo de crisis es que muchas empresas –sobre todo las medianas y pequeñas– no están preparadas para afrontar diversos temas de ciberseguridad. ¿La razón? Tendemos a ser más reactivos que preventivos.
En este sentido, la gran mayoría pone todo el esfuerzo en vigilar que la empresa continúe operando correctamente y solo reacciona cuando es blanco de un delito cibernético. Además, las inversiones en ciberseguridad tienden a cubrir lo estrictamente necesario, dejando al descubierto lo más importante, y lo que en muchos casos no ha incluido: el aseguramiento del trabajo a distancia.