Además, hay que agregar el hecho de que están desde casa y a muchos les está siendo difícil lograr los espacios de enfoque que una convención requiere. Así que te comparto algunas ideas que podrían ayudarte a ofrecer una experiencia óptima:
1. Programa más pausas de las que harías en un evento presencial. Considera que estar frente a una computadora provoca fatiga muscular, ocular y neurológica, lo que disminuye la capacidad de concentración.
Además, toma en cuenta que muchas personas tienen hijos pequeños, y negociar con “las bendiciones” para explicarles la importancia de no interrumpir es un reto. Para generar un aprendizaje significativo, te recomiendo que cada ponencia tenga una duración de entre 30 y máximo 90 minutos.
Solicita a los ponentes que sean especialmente cuidadosos al respetar los tiempos. Una conferencia concreta será de gran valor. Ya decía Baltasar Gracián “lo bueno y breve es dos veces bueno”.
2. Elige contenidos que sumen a la situación actual de los participantes. Envía encuestas antes del evento para saber qué temas les gustaría recibir. Es común considerar temas como innovación o la perspectiva macro económica. Sin embargo, también puedes apostar por temas con un tono más práctico que resuelvan la nueva realidad que ellos están viviendo: “posturas y ejercicios para evitar el dolor de espalda al trabajar con la computadora”, o “cómo hacer home office en familia”.
Al finalizar, puedes sorprenderlos con algo que permita que se relajen, como un concierto o un comediante.