Entonces nos preguntamos ¿cómo serán este año las celebraciones de la Navidad?, ¿cómo realizaremos esas reuniones de trabajo, de amigos, de familiares, que tanto nos gusta llevar a cabo?
Mientras esa duda inunda nuestra mente, para los expertos en mercadotecnia de las empresas departamentales y comerciales ya deben empezar a tener la respuestas a esas preguntas, ya que esas fechas representan el 30% de las ventas de todo el año de las tiendas departamentales y supermercados.
Las estrategias son dos: a) ofertas en las tiendas físicas, limitada tanto en aforo de clientes como por la propia precaución de los consumidores y, b) las ventas digitales, que sin duda será el punto clave para que los ingresos de las empresas del sector consumo se vean positivas tras un periodo de fuertes caídas.
La primera prueba de las ventas en la temporada las veremos en el mes de octubre con las ventas que realizan las principales cadenas departamentales, como Liverpool, Sears, Palacio de Hierro, principalmente, donde las grandes masas que se aglutinaban en las tiendas por tener la mejor oferta deberán de guardar las medidas preventivas de las autoridades, trasladando a lo digital, gran parte de las campañas. La pregunta es ¿se logrará el objetivo?
OPINIÓN: Dime cómo compras en línea y te diré quién eres
De forma masiva tendremos el evento denominado “El Buen Fin”, que el año pasado generó ventas en el mercado de 118 mil millones de pesos (mdp), en un escenario en el que la economía presentaba en el tercer y cuarto trimestre un estancamiento en el crecimiento, parecía un panorama negativo ciertamente, pero para nada comparable con el entorno en el que se moverán hoy los consumidores y las empresas con una economía que se espera presente una caída de 6.9% para el PIB en el 4T20 y un estimado de caída en el año de 8.9% en 2020, de acuerdo con el equipo de economía de BX+.
Así que para este 2020, las autoridades están optimistas, pero con la pérdida de empleo que se ha generado en los últimos meses, y los indicadores que marcan una menor confianza del consumidor y el temor latente por el contagio de la pandemia, las expectativas no son muy alicientes.