No obstante, dichos beneficios traen consigo una amenaza para el ramo industrial que antes se pensaba afectaba solamente a instituciones financieras, públicas o de informática: el fantasma de los ataques cibernéticos, pues la superficie de ataque ahora se ha ampliado exponiendo sistemas legados e inseguros.
La producción bajo ecosistemas de Industria 4.0 o Internet Industrial de las Cosas implica flujos de información bajo plataformas de internet, incluyendo el cómputo en la nube. Estos datos despiertan el interés de grupos delictivos que, en muchas ocasiones, buscan intervenir en los sistemas de información de las empresas para extraer información valiosa o tener ingresos de manera ilícita, generando a la vez grandes pérdidas a las organizaciones afectadas.
Un paro en una línea de producción automotriz, por ejemplo, puede tener un costo superior a los 20,000 dólares por minuto. En el caso de una planta de tratamiento y distribución de agua potable podría generar graves daños a la salud, incluso pérdidas humanas.
Lo anterior exige generar esquemas y estrategias de ciberseguridad en las plantas industriales de manera paralela a su desarrollo tecnológico. Para ello es necesario observar los riesgos tanto en las plataformas IT como OT. Esto incluye por tanto los sistemas de recolección de datos tipo SCADA y las pistas de dispositivos de control e instrumentación, lo que considera PLCs, sensores, motores, actuadores y una serie de componentes físicos hoy embebidos con componentes digitales.
Modelos de seguridad industriales
Es ya una responsabilidad de las propias empresas desarrolladoras de tecnología generar estándares que permitan crear modelos de seguridad para proteger la información generada en las plantas industriales. No es ningún secreto que la ciberseguridad es un término relativamente nuevo para las empresas del sector industrial, sobre todo en plataformas OT; sin embargo, conforme más empresas se sumen a estrategias de transformación digital, mayor será el nivel de concienciación y de iniciativas en torno a la ciberseguridad, minimizando por ende los riesgos tecnológicos.
Al igual que en cualquier ambiente tecnológico, la industria enfrenta diferentes formas de amenazas, como ataques a sitios web, phishing, ransomware, suplantación de identidad, denegación de servicios, botnets, etcétera.