Los tiempos de carga son rapidísimos gracias al SSD de la PS5, a diferencia del juego original que en ocasiones podría tardar varios segundos en la carga de niveles, además de que el juego se desarrolla con mucha fluidez y sin lag, o errores visibles; la calidad está sumamente cuidada.
La banda sonora del juego incorpora nuevos temas y en algunos puntos es distinta a la del juego original, cosa que no gustará a los más puristas, sin embargo nosotros disfrutamos mucho las nuevas composiciones, las cuales tienen un toque más épico y renovado pero que aún mantienen esa aura lúgubre y deprimente que caracteriza a esta saga.
Recordemos que en los juegos de Souls, si mueres, deberás empezar el nivel desde el inicio, perderás todas las almas recolectadas en el nivel (aunque las puedes recuperar regresando al punto donde moriste), y todos los enemigos respawnean. Esta dinámica, sumada a una dificultad elevada en el combate con los enemigos presenta un reto importante y exige jugadores más old-school, pacientes, con buena memoria y con ganas de un reto importante, si no has jugado un juego de Souls, es importante que tengas esto en mente, pues podría ser una experiencia muy frustrante para el jugador casual.
Demon’s Souls Remake es un must para cualquier fan de la saga que tenga la nueva consola de Sony, pues es un remake de excelente calidad que traerá seguramente buenos recuerdos y emocionará a cualquiera, pero que también lo podrá disfrutará cualquier jugador que guste de los RPG clásicos, que busque un desafío importante y una dinámica de juego distinta a la que estamos acostumbrados normalmente.