Desde el año pasado, en México se ha discutido la iniciativa para reformar la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, cuyo objetivo es crear un Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil. Aunque algunos la defienden bajo el argumento de que ayudará a combatir la delincuencia, para otros es un paso atrás en la defensa de derechos digitales.
Según la iniciativa, el padrón, que estará a cargo del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), se compondrá de datos como el número de la línea, fecha y hora de su activación con la tarjeta SIM, el nombre del usuario, su nacionalidad y la Clave Única de Registro de Población (CURP).
También contará con los datos biométricos del usuario y su domicilio. Además, los concesionarios deberán suministrar información sobre el esquema de contratación (prepago o pospago), información de las altas o bajas de las líneas, cambios de propietarios, robos o extravíos.