A su vez, la empresa con sede en San Francisco, también dijo que planeaba una suscripción llamada “ChatGPT business”, con controles de datos adicionales.
Esta medida se ha implementado después de que aumentó la preocupación en torno a los datos que ChatGPT y otros chatbots recopilan para “mejorar” o “entrenar” la IA. Países como Italia han prohibido al popular chatbot por posibles violaciones a la privacidad y una agencia española ya se sumó a las acciones de investigación en contra de la compañía.
Mira Murati , directora de tecnología en OpenAI, dijo a Reuters que la empresa cumplía con la legislación europea sobre privacidad y que estaba trabajando para garantizarla a los reguladores.
"Nos moveremos cada vez más en esta dirección de dar prioridad a la privacidad de los usuarios", dijo Murati, con el objetivo de que "nadie vea (la información) y los modelos estén súper alineados: que hagan las cosas que tú quieres hacer".
Nicholas Turley, responsable de producto de OpenAI, que comparó esta opción con el modo incógnito de los navegadores de Internet, afirmó que la empresa conservará las conversaciones durante 30 días para controlar si se producen abusos antes de eliminarlas definitivamente.
Además, la suscripción empresarial, disponible en los próximos meses, no utilizará por defecto las conversaciones para el entrenamiento de modelos de IA.