La buena racha comenzó con Gravity (2013), de Alfonso Cuarón.
Y aunque el director nacido en la Ciudad de México ya había rosado las posibilidades de llevarse una de las estatuillas con Y tu mamá también (2002) y Children of men (2006), al figurar entre algunas nominaciones, fue hasta 2013 que este sueño se concretó.
Gravity, una película de ciencia ficción que narra la historia de dos astronautas en el espacio a quienes su nave se avería y quedan flotando en el espacio, le dio a Alfonso Cuarón dos premios Oscar, uno por Mejor montaje y el otro por Mejor director.
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En esta película, Cuarón hizo mancuerna con el también mexicano Emmanuel Lubezki, quien se llevó la estatuilla por Mejor fotografía.
En total, esta producción estadounidense se llevó siete de las 10 nominaciones a las que aspiraba en la ceremonia.
Al año siguiente, la estafeta fue tomada por Alejandro González Iñárritu con Birdman (2014), quien se llevó las estatuillas por Mejor película, Mejor director y Mejor guion original.
Birdman, la película que cuenta la historia de un actor en decadencia que en sus años de gloria interpretó a un emblemático superhéroe, se llevó cuatro de los nueve premios a los que estuvo nominada; uno de ellos fue por Mejor fotografía, ganado por segundo año consecutivo por Emmanuel Lubezki.