Pero Trump podría enfrentar una reacción negativa dentro de su propio gobierno.
“Hay personas de línea dura dentro del gobierno que, por razones de seguridad nacional, quieren mantener al menos a Huawei” en la lista negra de comercio, dijo Wu.
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Las consideraciones económicas siguen siendo un factor importante también. Aunque ambas partes están motivadas políticamente para asegurar un acuerdo, “alguien tiene que quedar como perdedor en este acuerdo”, dijo Moya.
“Hay muchas fichas en el lado estadounidense en términos de la situación de la economía”, agregó.
La economía de Estados Unidos se encuentra en un periodo de prosperidad histórica. La tasa de desempleo está cerca de mínimos de 49 años, el mercado de valores nunca ha estado más alto y los consumidores están gastando.
Mientras tanto, en China, el crecimiento económico se ha desplomado a su nivel más bajo en casi tres décadas . El país está batallando por controlar los altos niveles de deuda y los consumidores gastan menos libremente que hace un año.
Aunque no hay ninguna expectativa de que la próxima ronda de conversaciones produzca un acuerdo integral, las dos partes podrían avanzar en algunas áreas.
Los medios de comunicación estatales informaron el domingo que las empresas chinas estaban preguntando a los exportadores estadounidenses sobre la compra de soya, algodón, cerdo y sorgo, y habían solicitado el levantamiento de los aranceles para esos productos.
Cuando los reporteros le preguntaron sobre el progreso del comercio con China, Larry Kudlow, director del Consejo Económico Nacional de Trump, dijo que el gobierno espera “firmemente” que China “comience muy pronto a comprar productos agrícolas”.
"Ir por ese camino es una muy buena señal”, agregó.
Kevin Liptak, Allie Malloy y Nanlin Fang de CNN contribuyeron a este reporte.