El plan de inversión en infraestructura energética será una pieza clave en la estrategia gubernamental para reactivar la economía mexicana lo más pronto posible, afirmó Stefan Lepecki, director general de Braskem Idesa.
Stefan Lepecki: "El plan de energía es muy importante para proteger la economía"
El director de Braskem Idesa espera un plan de infraestructura energética que sea estratégico para reactivar la economía y contribuya a generar proyectos estratégicos en petroquímica
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El directivo asegura que el programa de inversiones en energía –que el gobierno federal anunció que se presentaría en los próximos días–, es crucial para detonar la inversión de la iniciativa privada en momentos en que la economía mexicana, al igual que en otros países, “ya está en un proceso de desaceleración” a causa de la epidemia de coronavirus.
“El plan es muy importante para que el gobierno, Pemex e iniciativa privada protejan la economía mexicana”, afirma.
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Para Lepecki, el paquete de medidas económicas anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador para reactivar la economía mexicana apenas es el primer paso de una estrategia que, espera, tome forma en la medida en que los efectos de la contingencia sanitaria se dejen sentir en la economía.
“Se requieren acciones que se tienen que diseñar, analizar e implementar poco a poco. Algunas de estas, a emprender lo más pronto posible, deben estar enfocadas a las empresas de menor tamaño y los empleos informales”, afirma.
Una estrategia adaptable
El lunes, el presidente López Obrador anunció que el gobierno federal destinará 25,000 millones de pesos (mdp) para otorgar créditos a un millón de pequeñas y medianas empresas (pymes) de los sectores formal e informal.
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Según Lepecki, más que un plan de rescate empresarial con una cifra determinada, la actual contingencia requiere un conjunto de acciones específicas para cada etapa de la crisis sanitaria y su grado de afectación en la economía.
No es una cantidad determinada lo que resolverá los problemas. Se requieren acciones que se tienen que diseñar, analizar e implementar poco a poco
Stefan Lepecki
Opina que es indispensable encontrar un punto de equilibrio entre las obligaciones de la iniciativa privada y las necesidades recaudatorias del gobierno, con el fin de ofrecer incentivos tributarios reales a las empresas –especialmente las de menor tamaño–, que les permitan seguir operando adecuadamente, y con ello garantizar el funcionamiento de las cadenas productivas esenciales.
“Es necesario porque no tenemos la real magnitud de lo que puede pasar aquí (...), es necesario porque la economía no logrará girar de forma normal en un escenario tan complejo como el que se está esperando para el país”, apunta.
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En busca de la terminal ideal
Lepecki fue responsable de la implementación del Proyecto del Complejo Petroquímico Etileno XXI, desde su inicio en 2010 hasta el inicio de operaciones en 2016. El complejo desarrollado por el consorcio mexicano y brasileño Braskem Idesa, produce etileno y polietileno de alta y baja densidad. Para lograrlo requiere de etano, asociado al gas natural.
El proyecto surgió de una licitación internacional que lanzó Pemex en el sexenio de Felipe Calderón, en la cual la petrolera ofreció suministrar a la empresa ganadora el gas etano necesario para producir productos derivados del etileno, sin embargo, el declive en la producción petrolera por parte de Pemex ha mermado el suministro y con ello la capacidad de Etileno XXI.
De acuerdo con el último informe trimestral de Braskem Idesa , el complejo terminó 2019 con una capacidad productiva de 76% al elaborar 800,783 toneladas de polietileno, unas 8,400 toneladas menos respecto a 2018.
En tanto, la producción de etano por parte de Pemex ha bajado de un promedio de 85,000 barriles diarios en 2018, a 77,000 en 2019, según datos de la petrolera. La brecha es mayor si se compara con los 107,000 que diariamente transformaba en 2016, año en que Etileno XXI comenzó operaciones.
Para complementar el suministro, Braskem Idesa comenzó a importar gas etano a una terminal de almacenamiento construida, según medios locales por la empresa Smart Pass, en el puerto de Coatzacoalcos.
En enero llegó un primer cargamento que representó para Braskem una inversión de aproximadamente 4 millones de dólares. Se trata de un plan que permitirá la importación de hasta 12,800 barriles de etano por día. “La estrategia sirve para compensar parcialmente el menor suministro por parte de PEMEX, asegurando así mayores tasas de utilización de la capacidad”, menciona en su informe trimestral.
Se trata de una solución “temporal y no tan eficiente”, según Lepecki, pues el traslado a la planta implica el transporte a través de pipas. Esa es otra razón para que confíe en el plan de inversión en el sector energético.
La empresa propone, junto con organismos industriales como la ANIQ y la Anipac, el desarrollo de una terminal de importación de etano “profesional, con escala: conectada a Pemex y a Braskem”, que permita a la petrolera y la empresa garantizar la proveeduría a las industrias del plástico, de químicos y petroquímicos.
“Debemos tener claridad para realizar la importación de materias primas hasta que Pemex, a lo largo del tiempo, tenga una recuperación en su producción de materias primas. Mi expectativa es que esta terminal sí esté en este plan”, concluye.
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