Pero ¿Qué es el metaverso?
La palabra se retoma de una novela de ciencia ficción de los 90. El título de esta obra es Snow Crash, del autor Neal Stephenson. En esta obra el personaje principal se conecta al metaverso, un mundo de realidad virtual con avatares que exploran este universo digital y les permite escapar de una realidad distópica.
En la obra, el metaverso se describe como un esfuerzo de interacción colectiva que escapa del control de solo un individuo. Dejando a un lado la realidad distópica de la novela, la descripción se acerca a lo que las firmas tecnológicas han esbozado en cada uno de sus proyectos de metaverso.
Aunque aún no hay una definición clara para definir el metaverso, en lo que la mayor parte de los proyectos tecnológicos y análisis sobre este tema coinciden es que el metaverso emerge como un mundo virtual que converge con la realidad física y en donde se puede interactuar con una comunidad, trabajar, transaccionar, asistir a espectáculos, sacar al perro, caminar, entre otras actividades. En este multiverso, el mundo físico y virtual interactúan entre sí. “Podrás llevar tus objetos y proyectarlos en el mundo físico también como hologramas de realidad aumentada”, explicó Zuckerberg en un video lanzado en octubre pasado para explicar su incursión en el metaverso.
Si hay alguna conexión cercana con el metaverso, sería la de un videojuego multijugador masivo en línea. Quizá uno de los ejemplos más estruendosos y recordados fue el lanzado por Fortnite: el concierto Rift Tour de la cantante Ariana Grande. De igual manera que en el multiverso, las personas en este tipo de videojuegos tiene un avatar y compra objetos para el mundo virtual que no tiene guión.
Pero uno de los puntos clave que diferencia al metaverso de este tipo de realidades virtuales en videojuegos es que no hay una centralización, o al menos es lo que plantean sus creadores. “No hay un mundo virtual, sino muchos mundos, que van tomando forma para permitir a las personas profundizar y extender interacciones sociales digitales. Esto se hace añadiendo una capa inmersiva y tridimensional a la web, creando una experiencia más auténtica y natural”, señaló en un reporte Onyx, una firma de blockchain propiedad de JP Morgan, haciendo referencia a la interacción del metaverso con la web3, una plataforma que se visualiza como descentralizada.
Para los entusiastas, tecnológicas y otros innovadores es cuestión de tiempo para que la red tridimensional supere a la bidimensional por la que corre actualmente internet. Pero como menciona eToro en un reporte, el metaverso “requerirá mayor capacidad de procesamiento y ancho de banda, así como mejoras en auriculares, gafas y teléfonos inteligentes”.