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Los demócratas recurren a Robert Mueller ante unas audiencias muy taquilleras

El ex fiscal especial que investigó la intromisión rusa en las elecciones de 2016 comparecerá ante la Cámara de Representantes el 17 de julio.
jue 27 junio 2019 05:04 AM
Robert Mueller
Los demócratas esperan que el espectáculo del ex director del FBI rindiendo testimonio por televisión sirva para poner a los estadounidenses en contra de Trump como no lo hizo su informe de 448 páginas.

(CNN)- El muy esperado testimonio público que rendirá Robert Mueller en julio ante los demócratas es, probablemente, la mejor y tal vez la última oportunidad para aprovechar el escándalo de Rusia para infligir una herida política decisiva al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La comparecencia del ex fiscal especial en el Capitolio, el 17 de julio, representa un golpe grave para un presidente que ha dedicado varias semanas a describir erróneamente el informe final de Mueller.

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Los demócratas esperan que el espectáculo del respetado ex director del FBI rindiendo testimonio por televisión sirva para poner a los estadounidenses en contra de Trump como no pudo hacerlo el complejo informe de 448 páginas de Mueller .

La comparecencia también podría moldear significativamente el debate entre los demócratas sobre si abren el procedimiento de destitución, un paso al que hasta ahora se ha opuesto la presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, por temor a las represalias políticas.

"Lo que nos interesa es que el pueblo estadounidense lo oiga de su boca", dijo Jerry Nadler, demócrata por Nueva York y presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, en el programa Cuomo Prime Time.

"Ha habido una campaña de distorsión de parte del secretario de Justicia Barr… de parte del presidente, quien insiste en que en el informe no se halló colusión ni obstrucción. Eso no es cierto en ningún sentido".

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Trump respondió rápidamente a la noticia de la comparecencia inminente de Mueller con un tuit de dos palabras: "¡Acoso presidencial!".

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Las audiencias que se llevarán a cabo en las comisiones Judicial y de Inteligencia de la cámara baja podrían volverse uno de los dramas legislativos y de televisión política más intensos en muchos años.

"Él inspira mucha credibilidad en una ciudad en la que a veces parece que la verdad ya no importa", dijo Raja Krishnamoorthi, diputado demócrata por Illinois y miembro de la Comisión de Inteligencia, a Don Lemon de CNN.

"Esto es Mueller 'acústico'. Creo que va esto va a tener un público como el del Super Bowl".

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Sin embargo, si la comparecencia no está a la altura de la pirotecnia política que se espera, podría ayudar a Trump en su intento agresivo de desviar la narrativa política de la tormenta de Rusia en su campaña por la reelección.

Las dificultades de los demócratas

Luego de que Mueller señalara renuentemente que no se resistiría si le ordenaran comparecer, los demócratas de la cámara baja se afanan por construir un argumento público en contra de Trump.

Los días de audiencias privadas, las transcripciones de entrevistas de colaboradores de Trump y la indignación de los demócratas no han logrado alterar notablemente las percepciones arraigadas que la opinión pública tiene de Trump y la investigación sobre Rusia, que en gran medida siguen líneas partidistas. La mayoría de las encuestas demuestra que la mayoría de los estadounidenses sigue oponiéndose a la experiencia traumática nacional de un juicio de destitución.

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Sin embargo, no está bien claro si el ex fiscal especial revelará información nueva: Mueller ha dicho que en ninguna comparecencia iría más allá de lo que ya incluyó en su informe.

Tras una carrera estelar en la administración de justicia, Mueller detesta la idea de ser arrastrado a la clase de circo partidista que se desarrolla cuando un testigo taquillero está ante las cámaras en las audiencias de la cámara baja.

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"El informe es mi testimonio", dijo Mueller en mayo.

Sin embargo, los demócratas esperan que su comparecencia sea un momento poderoso en sí mismo e intentarán ablandar al ex fiscal especial, un testigo sumamente experimentado tras décadas de operar en Washington.

Es muy probable que lo acosen con preguntas como "¿Cuál fue la evidencia más convincente de la obstrucción de la justicia de parte del presidente?". Es seguro que le preguntarán por qué no hizo una recomendación formal respecto a la culpabilidad de Trump en las acusaciones de obstrucción. También es probable que le pidan que explique la carta que envió al secretario de Justicia, William Barr , en la que denuncia la caracterización inicial de su nuevo jefe sobre el reporte de la fiscalía especial.

En marzo, Barr escribió una carta para explicarles a los legisladores que Mueller no había encontrado una conspiración criminal entre el equipo de campaña de Trump y Rusia y que Barr y el entonces subsecretario de Justicia, Rod Rosenstein, determinaron que no había pruebas suficientes para presentar una denuncia contra Trump por obstrucción a la justicia. Los críticos condenaron la maniobra porque consideraron que estaban presentando los argumentos que les convenían y que estaban interpretando el informe de la mejor forma posible para Trump, lo que le permitía desarrollar el argumento político engañoso de que Mueller lo había librado de toda culpa.

También es probable que le pregunten a Mueller si su intención era insinuar en el informe que ahora le toca al Congreso decidir si las pruebas ameritan una audiencia sobre la procedencia del juicio de destitución.

Mueller escribió en el informe que su equipo estaba obligado a seguir las pautas del Departamento de Justicia, que establecen que no se puede denunciar penalmente a un presidente en funciones.

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"No hay límites a la hora de restringir su testimonio a los confines del informe. Tal vez eso es lo que quiere, pero el Congreso tiene preguntas que van más allá del informe", dijo Adam Schiff, diputado demócrata por California y presidente de la Comisión de Inteligencia de la cámara baja, a Manu Raju de CNN.

Mueller decidió no exonerar a Trump

La única comparecencia pública de Mueller en los dos años que duró la investigación (una breve conferencia informativa, el 29 de mayo) contradice integralmente las afirmaciones de Trump de que "no hubo colusión" con Rusia ni obstrucción a la justicia.

Mueller dijo que "las pruebas eran insuficientes" para denunciar una conspiración luego de que escribiera en su informe que el equipo de campaña de Trump "esperaba beneficiarse" electoralmente de la interferencia de Rusia.

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Respecto a la cuestión de la obstrucción de la justicia, Mueller agregó que "si confiáramos en que es claro que el presidente no cometió ningún delito, lo habríamos dicho".

Lo más seguro es que los republicanos usen la audiencia para evitarle problemas a Trump, como lo han hecho en otras audiencias encabezadas por los demócratas en las que se pretende destacar el escándalo de Rusia.

Lo más probable es que señalen que Mueller no recomendó presentar una denuncia contra Trump ni contra los miembros de su equipo de campaña por sus reuniones misteriosas con los rusos durante la campaña, mismas que se detallaron en el informe.

Los republicanos llegarán a la audiencia armados con los puntos de discusión de Trump, entre ellos su afirmación de que el equipo de abogados de la fiscalía especial estaba lleno de demócratas que tienen sesgo contra Trump.

"Espero que el testimonio del fiscal especial termine con los trucos políticos que los demócratas de la Comisión Judicial han estado usando a gran costo para los contribuyentes", dijo Doug Collins, diputado por Georgia y el republicano de mayor rango en la Comisión Judicial.

No quedó claro si la Casa Blanca o el Departamento de Justicia pueden hacer algo para coartar el testimonio de Mueller, ya que este no sigue al servicio de dicho departamento.

Pelosi, quien tiene que controlar a una minoría creciente de alrededor de 80 legisladores que quieren seguirle un juicio de destitución a Trump, insinuó que las audiencias exigen que los legisladores honren su juramento y "su deber patriótico de atender a los hechos para poder proteger a nuestra democracia".

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A falta de una audiencia respecto a la procedencia del juicio de destitución, a la que no precisamente seguiría una determinación de culpabilidad en el Senado encabezado por los republicanos, Pelosi espera que los interrogatorios de testigos clave en la saga de Rusia convenzan a los estadounidenses de que Trump no es apto para recibir un segundo mandato.

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