"Australia no se apartará de la firme posición en defensa de los intereses de Australia, y obviamente no es ninguna sorpresa que no enviaremos representantes australianos a estos Juegos", dijo el primer ministro Scott Morrison.
La Unión Europea analiza cómo responder al boicot en conjunto, pues hay países que lo apoyan, pero otros que temen represalias económicas de China, uno de los principales socios comerciales del bloque.
Francia, por su parte calificó de "simbólico" el boicot diplomático a los Juegos.
"Hay que ser claros. O decimos: 'hacemos un boicot completo y no enviamos atletas', o decimos: 'intentamos cambiar las cosas con acciones útiles'", dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, durante una rueda de prensa.
Corea del Sur, uno de los principales aliados de Estados Unidos en el Lejano Oriente, ya ha descartado unirse al boicot por su necesidad de trabajar con China.
Posibles consecuencias
Este anuncio no debería tener impacto en los Juegos.
Al anunciar el boicot, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, subrayó que los atletas estadounidenses son libres de competir y que "les apoyaremos al 100% animándoles desde casa".
Los miembros del equipo estadounidense y sus entrenadores, preparadores y demás personal seguirán recibiendo asistencia consular y diplomática, dijo un portavoz del Departamento de Estado, y no hay indicios de que sus anfitriones chinos vayan a tratarlos de forma diferente.