(Expansión) – Guardando las distancias se puede hacer una buena analogía entre la pandemia del Covid-19 y un maratón. Ambas cosas, en diferentes niveles, son retos que nos estiran física y mentalmente, nos sacan completamente de nuestra comodidad, nos llevan a escenarios desconocidos y nos hacen lidiar con lo que traemos en la cabeza, con el miedo, con el pánico y con voces propias y ajenas que nos inquietan a lo largo de todo el trayecto.
El maratón del Covid-19 no se trata literalmente de correr, pero para más de alguno, permanecer en casa, preocupado por el futuro, es más rudo que hacer 42 kilómetros, no digamos para el personal de salud, para ellos es una prueba extrema, una carrera de supervivencia, en una dimensión mucho más que arriesgada.