Supe el caso de la directora de una primaria que desde hace cuatro años ofrece una certificación en línea para maestros. Esto permite que en su escuela ya están tan familiarizados con la tecnología, que migrar a clases en línea ha sido una tarea sencilla.
Ahora, con la contingencia, los alumnos y sus papás siguen teniendo la misma rutina: se levantan temprano para que a las 8:00 am el niño esté frente a la computadora listo para tomar su clases de educación física, matemáticas etc.
Los niños han desarrollado la capacidad de mantenerse enfocados frente a su computadora de 8:00 am a 2:00 pm. Todo gracias a que esta maestra fue visionaria y migró a plataformas digitales hace cuatro años.
Por cierto, para esta escuela ha sido más sencilla la cobranza de las colegiaturas, ya que los padres son testigos de que las clases se siguen impartiendo. En cambio, a otras escuelas les está siendo difícil justificar el cobro de la colegiatura dado a que los alumnos están en casa.
Para los dueños de negocios, la culpa de reconocer “Me lo dijeron varias veces: si hubiera agregado a mis canales de venta medios digitales ahora mis ventas no hubieran caído tanto”, es doloroso.