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Dominic Cummings: la mente maestra detrás de 'brexit' de Boris Johnson

El más alto asesor del nuevo primer ministro está en el centro de los esfuerzos por sacar al Reino Unido a la Unión Europea.
jue 22 agosto 2019 08:26 AM
Tarea cumplida
Muchos conocidos de Dominic Cummings coincidieron en que su principal característica es su celo tenaz por concluir el trabajo asignado.

LONDRES (CNN) — Parece que Reino Unido está obsesionado con el hombre alrededor del que gira su nuevo gobierno .

En general se lo considera un genio político. Su nombre está en los periódicos todos los días. Hay quienes creen que fue el personaje más importante en la decisión de sacar a Reino Unido de la Unión Europea. Después de tres años de parálisis por el brexit , prometió dedicar cada hora a un esfuerzo titánico por concretar el brexit el 31 de octubre, aunque sea lo último que haga .

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No estamos hablando de Boris Johnson, el nuevo primer ministro de Reino Unido , sino de su más alto asesor, Dominic Cummings. Si Johnson fue el rostro de Vote Leave, la campaña oficial por el brexit, entonces Cummings fue la mente maestra. Se le atribuye haber creado el lema "Recuperemos el control" y haber calculado la cifra de 350 millones de libras esterlinas (unos 8,350 millones de pesos) — cifra en general desmentida — que, según los partidarios del brexit, Reino Unido envía a Bruselas cada semana. Cummings, quien fuera ajeno al mundo de la política, ahora está en el centro de los esfuerzos de Johnson por sacar a la fuerza a Reino Unido de la Unión Europea dentro de dos meses.

Para este perfil, CNN habló con varios altos funcionarios, servidores públicos británicos y viejos colegas de Cummings. La mayoría accedió a permitir que se los citara bajo anonimato para poder hablar con franqueza. Algunos no quisieron que se los citara porque les preocupaba hablar de uno de los hombres más poderosos —y a veces, temidos— de Reino Unido.

Casi todas las personas con las que CNN habló coincidieron en una cosa respecto a Cummings: su celo tenaz por concluir el trabajo asignado.

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Suele decirse que el éxito de la campaña por la salida de la Unión Europea se debió a que se centró singularmente en un mensaje muy simple. Cummings fue quien decidió que había que tener ese mensaje simple.

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"Lo que lo distingue de muchas personas es el foco estratégico increíble en la tarea a realizar. La frase favorita de Dom siempre ha sido: 'No te enredes en la maleza'", dijo Gisela Stuart, ex legisladora de oposición que presidió la campaña por la separación de Reino Unido de la Unión Europa.

El odio a las élites

Cummings, de 47 años, no es la clase de persona a la que se suele relacionar con la política de alto nivel. Pese a que dedicó toda su carrera a trabajar para políticos conservadores y para un centro de estudios conservador, afirma que nunca ha sido miembro de ningún partido político y detesta a grandes segmentos del partido Conservador, que hoy gobierna y al que ahora sirve.

Ha dicho públicamente que tuvieron que convencerlo de dirigir la campaña por la salida de la Unión Europa. "No estaba muy dispuesto a involucrarme en esto", dijo en 2017, cuando afirmó que ya estaba harto de las pugnas internas por el brexit en el Partido Conservador.

En general, Cummings evita los reflectores. Para este artículo, nos comunicamos con Downing Street, pero se negaron a hacer comentarios. Al parecer, disfruta de tener fama de ser un excéntrico irascible con un intelecto vasto que combina perfectamente con una comprensión instintiva de cómo piensa la gente normal. Sus amigos dicen que detesta a las élites políticas y que le encanta que lo vean como el genio estratégico que todos quieren ser.

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Como dijo uno de sus amigos más cercanos: "Todos los charlatanes y vivales son cortesanos de la gente que está en lo más alto de su partido. Todos se fijan en Dom porque está haciendo lo que ellos querían hacer. El único problema es que son puros habladores, son pura pose. Dom es la sustancia".

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Su apariencia física puede ser desordenada: en una foto, tomada el día en que Johnson llegó a vivir a Downing Street, se lo ve en una camiseta vieja, fisgoneando desde un rincón. Su actitud puede ser extraña: "Solía llegar a trabajar deliberadamente en fachas y muchas veces se quedaba a dormir en su escritorio", cuenta un antiguo colega que trabajó con Cummings cuando era asesor del Partido Conservador, cuando el partido era oposición.

A algunos colegas, su conducta les parece divisiva. David Laws, ex legislador liberal demócrata que trabajó con Cummings en el gobierno de coalición de David Cameron, dijo que era un "rottweiler político de primera". No soporta a los tontos y tiene fama de ignorar a quienes no respeta.

Era tal la fascinación con Cummings y su intervención en el brexit que, en una serie biográfica reciente, el papel de Cummings lo hizo nada menos que Benedict Cumberbatch. James Graham, autor del libro Brexit: The Uncivil War , dijo que fue fácil decidir que Cummings fuera el personaje principal. "Es diferente y lo diferente es divertido. No habla ni se comporta como ningún otro de los estrategas políticos a los que conozco".

Muchas fuentes le han dicho a CNN que desde que llegó a Downing Street, Cummings se ha embarcado en la misión de sacudir al servicio público y al ejército de asesores del gobierno, conocidos como "asesores especiales". Las jornadas más largas, los expedientes interminables en preparación para el brexit y las vacaciones canceladas son la nueva normalidad. La devoción de Cummings al trabajo y su abundancia de energía permean en todo el gobierno.

Pese a este aumento repentino en la carga de trabajo, es difícil encontrar a alguien que actualmente trabaje con Cummings y que tenga algo malo que decir de él. Muchos servidores públicos y asesores especiales dicen que luego de que la ex primera ministra, Theresa May, fracasara repetidamente en concretar el brexit, el compromiso decidido a salir de la Unión Europea con o sin acuerdo, el 31 de octubre, les ha dado un nuevo propósito.

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Aunque el estilo de Cummings era evidente desde el inicio de su carrera, su forma de hacer las cosas empezó a llamar la atención de todos en 2010, cuando trabajó como asesor del entonces secretario de Educación, Michael Gove.

Se dice que ignoraba repetidamente a David Cameron y a Nick Clegg, primer ministro y vice primer ministro para los que él y Gove trabajaban. David Laws escribió en su libro, Coalition, que Cummings alguna vez le dijo, mientras hablaban de política educativa: "No me cae bien Clegg, pero creo que Cameron y el nº 10 [la oficina del primer ministro] también son títeres. No tienen idea de lo que están haciendo".

Cummings dejó ese cargo en 2014, y desde entonces, se soltó completamente.

En los años que pasaron entre su salida del gobierno y el arranque de la campaña por la salida de la Unión Europea, Cummings se retiró a la granja de su padre, en el norte de Inglaterra, y leyó. Mucho. Ocasionalmente publicaba sus reflexiones sobre política, los políticos y más en largos artículos en su blog. Cummings meditaba sobre temas mucho más importantes que la política del momento. Escribió largo y tendido sobre cómo la inteligencia artificial y el aprendizaje automático estaban desarrollándose más rápido que el cerebro humano y sobre los peligros que representa dicho desarrollo. Escribió que, después del brexit, Reino Unido debería pensar en trabajar con el empresario Jeff Bezos para construir una base lunar con el fin de promover la cooperación internacional y "crear un valor a largo plazo real para la humanidad".

Y, desde luego, en casi todos estos artículos, arremetió contra el sistema político, tanto en Londres como en Bruselas, por su ambición limitada y por ser incapaces de prepararse para la crisis a largo plazo que, en su opinión, espera a la raza humana.

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¿Qué motivó a un hombre que odia tanto al sistema y que quería dejar la política a dirigir una campaña que, a final de cuentas, lo puso en su centro? "Si Reino Unido sale el 31 de octubre […] creo que él opina que esa será la mitad de la misión; la segunda parte será reorganizar al gobierno", explicó un amigo de Cummings.

La ambición de cambiar al gobierno es una de las partes del plan maestro de Cummings. La otra es que cree que la política sencillamente no sirve adecuadamente al pueblo.

Varios antiguos colegas explicaron que su desdén por la clase gobernante surge de su creencia en que, desde hace demasiado tiempo, las élites políticas han ignorado a las masas. Cummings arremetió particularmente contra el Partido Conservador en 2017: afirmaba que gran parte de la gente opinaba que "estaba a cargo de personas a las que básicamente no les importa la gente como yo. Me entristece decir que la gente está básicamente en lo correcto".

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Este impulso decidido de Cummings es lo que muchos admiran y lo que les permite pasar por alto sus defectos. "Es excéntrico, es extraño, pero, en mi experiencia, nunca se ha equivocado", dijo un miembro del Partido Conservador que trabajó con Cummings en el gobierno de coalición de 2010-2015. "Su instinto político es brillante… todos los que están en el lado contrario deberían estar asombrosamente asustados".

"Como el amor y el miedo difícilmente pueden coexistir, es mucho mejor que te teman a que te amen si has de elegir entre ambos ", escribió el diplomático italiano Nicolás Maquiavelo en 1532. Aunque así fueran las cosas en la Europa del siglo XVI, Maquiavelo no tenía que lidiar con el servicio público notoriamente burocrático de Reino Unido ni con la intransigencia de la Unión Europea.

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La concreción del brexit se opone radicalmente a ambos obstáculos. Es por ello que hasta los admiradores de Cummings predicen que su enfoque activo y radical respecto al gobierno podría ser su caída. El servicio público en Londres tiene el hábito particular de desgastar a los titulares designados en los cargos políticos. En Bruselas, la Unión Europea también presenta desafíos.

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Sin importar cuan popular sea Cummings en este momento, en Westminster hay quienes piensan que su forma de hacer las cosas es insostenible. "Yo diría que es muy bueno para cumplir tareas de corto plazo y para no andarse por las ramas para lograrlo. No estoy convencido de que vaya a estar en el gobierno a largo plazo", dijo uno de sus antiguos colegas.

Por suerte para Cummings, la misión actual tiene una fecha límite firme: el 31 de octubre. Después de eso, es probable que lo saquen sutilmente de Downing Street para que Johnson pueda empezar a gobernar más tradicionalmente.

Cummings es una paradoja que hasta a Maquiavelo le costaría entender. Es amado, temido y respetado. La gente que no está de acuerdo con sus métodos no puede negar su genio y, en privado, desea que estuviera de su lado. Pese a que ha rechazado al sistema y a la política tradicional durante toda su carrera, la suerte sigue sonriéndole.

Vale la pena recordar que en 2016, nadie pensaba que la campaña por la salida de la Unión Europea tendría éxito. Nadie creía que Cummings podía obtener la victoria para la campaña a favor del brexit. Aunque Reino Unido votara por la separación —como pasó, por un margen estrecho—, la idea de salir de la Unión Europea sin acuerdo era impensable. Ahora, parece el desenlace más probable.

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"Una de las mejores decisiones que Matthew Elliot [director ejecutivo de la campaña por el brexit] tomó fue traer a Dom para que dirigiera la parte estratégica. Nadie pensó que podíamos ganar, pero él tenía un plan, se apegó a él y funcionó", dijo Daniel Hannan, activista por el brexit prominente y amigo de Cummings.

El forastero que derrotó al sistema británico ahora está dentro del edificio más importante de Londres, listo para enfrentar al sistema en Bruselas. Las probabilidades están en su contra y hay quienes creen que su proyecto está condenado al fracaso.

Pero si la historia nos ha enseñado algo es que cuando Cummings elige un plan y se apega a él, sus oponentes tienden a quebrarse primero. No sorprende a nadie que Boris Johnson lo quisiera a su lado al embarcarse en el periodo más polémico de la historia política británica.

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