Mientras la carta de Trump cimbraba al Capitolio, los demócratas citaban a declarar y a entregar pruebas a Sondland, a quien la Casa Blanca impidió que declarara ante el Congreso unas horas antes de su cita del martes en el Capitolio.
Pese a todo, como ha demostrado esta presidencia turbulenta, negarse a cumplir un requerimiento del Congreso es menos arriesgado que ignorar una citación penal. Los demócratas declararán en desacato a los testigos rebeldes, pero eso implicará la clase de embrollo jurídico que quieren evitar y que Trump planea crear.
Adam Schiff dio a entender que la negativa a declarar de Sondland y de otros funcionarios clave repercutiría en Trump.
"Consideramos que no presentar a este testigo, no presentar estos documentos es una prueba sólida más de la obstrucción a las funciones constitucionales del Congreso", dijo Schiff a los reporteros.
En preparación a la batalla que se avecina, la Casa Blanca se puso en contacto con abogados externos para pedir asesoría sobre el procedimiento de destitución. Uno de esos abogados es el ex diputado por Carolina del Sur, Trey Gowdy, según reportes de Pamela Brown, de CNN.
Pam Brown, Jim Acosta, Kylie Atwood, Jeremy Diamond, Gloria Borger, Kaitlan Collins y Kevin Liptak, de CNN, contribuyeron con este reportaje.