OPINIÓN: Así sería una serie televisiva sobre el gobierno de Trump

Nota del editor: Dean Obeidallah es el presentador del programa de radio "The Dean Obeidallah Show" de SiriusXM y columnista de The Daily Beast. Síguelo en @DeanObeidallah. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente suyas.

(CNN) – Aunque odies o ames a Donald Trump una cosa es segura: su presidencia sería una fascinante miniserie de televisión con mucho misterio y crimen. Tiene ingredientes como dinero secreto, grabaciones secretas, una actriz porno, un antiguo colega de Playboy, testigos que cambian de bando y un montón de tuits. Al menos es lo que hemos visto hasta ahora.

Trump podría ser interpretado, por supuesto, por Alec Baldwin. Aunque Al Pacino podría ser mejor, dada su experiencia en el papel de jefe mafioso en las películas de El Padrino.

La serie tendría que comenzar con Trump descendiendo de la escalera mecánica de oro en la torre Trump en junio de 2015 para anunciar su candidatura a la presidencia. Hablando de esta torre, claramente tiene que haber un episodio completo dedicado a la infame reunión con los rusos en junio de 2016.

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El primer episodio podría iniciar con Donald Trump Jr. (tal vez interpretado por Topher Grace, que hizo un trabajo increíble como David Duke en BlacKkKlansman) leyendo un correo electrónico en junio de 2016 donde un amigo le informa que varias personas vinculadas al Kremlin quieren ayudar a la campaña de su padre.

Puedo imaginarme el regocijo de Trump Jr. mientras lee partes del correo electrónico en voz alta: "El fiscal de la Corona de Rusia... facilitó a la campaña de Trump algunos documentos oficiales e información incriminatoria de Hillary... Esto es claramente información de muy alto nivel y sensible pero es parte de Rusia y del apoyo de su gobierno al señor Trump".

Un emocionado Trump Jr. deja su computadora, toma el teléfono y llama a alguien. Es un número bloqueado. ¿Está llamando a su padre? La audiencia tendrá que adivinar.

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También podría haber un episodio crucial centrado en un solo día: 27 de enero de 2017. Ese es el día en que el asesor de campaña de Trump George Papadopoulos habló con el FBI sobre sus contactos con Rusia. En la escena vemos a Papadopoulos manifiestamente mintiendo. (En un episodio posterior de la serie, Papadopoulos se declararía culpable de ese crimen).

Pero eso no fue lo único que sucedió el 27 de enero. El recién investido presidente Trump llamó al entonces director del FBI, James Comey, y le pidió que cenaran, al menos esa es la versión de Comey. Escena: Comey y Trump cenando solos. Trump lo cuestiona sobre su "lealtad". Un perplejo Comey deja de comer, mira a Trump y, cuando abre la boca para hablar, corte a comercial.

Trump ha negado que haya exigido lealtad a Comey, por lo que le correspondería a la audiencia decidir si Trump, de quien incluso sus amigos más cercanos han admitido que exige lealtad, dice la verdad.

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Hay tantos otros episodios imperdibles que promete esta teleserie criminal, por ejemplo, uno centrado en el exconsejero de Seguridad Nacional de Trump, Michael Flynn. El episodio comienza con Flynn en la Convención Nacional Republicana en el verano de 2016, coreando con el público "lock her up" o “enciérrenla”, una referencia a la entonces candidata Hillary Clinton. Luego pasamos al invierno de 2017. Flynn ingresa a un tribunal federal. Se declara culpable por mentirle al FBI sobre su conversación con el embajador ruso.

Pero el episodio más atractivo (o tal vez tienen que ser dos episodios porque hay mucha tela de donde cortar) debe ser lo que sucedió la semana pasada. En primer lugar, el exjefe de campaña de Trump, Paul Manafort, fue condenado por ocho delitos diferentes. Apuesto a que el juez que presidió el caso, T.S. Ellis, se robaría el protagonismo con frases en el juicio como: "Cometieron un error cuando me ratificaron. No soy muy paciente, así que no prueben mi paciencia". Bruce Willis podría ser una buena opción para ese papel.

Sin embargo, la parte más dramática de ese episodio tiene que ser cuando vemos que el abogado personal de Trump, Michel Cohen, ingresa a la corte federal para declararse culpable de varios delitos financieros y electorales.

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Primero escuchamos a Cohen, que debe ser interpretado por Ben Stiller, admitir su culpa en su mal proceder financiero. El drama escala a medida que Cohen admite que violó las leyes de financiamiento de campaña. La cámara enfoca el rostro de Cohen. Vemos una gota de sudor resbalar por su mejilla. Se aclara la garganta y luego declara que violó estas leyes electorales federales "en coordinación y bajo la dirección de un candidato a un cargo federal". Aparece Trump en la Casa Blanca gritándole a su televisor mientras lanza una lata de Diet Coke a la pantalla. (Vale, esta es una licencia dramática con la reacción de Trump, ¡pero es plausible!)

Otros posibles episodios podrían basarse en las noticias de los últimos días. El viejo amigo de Trump, David Pecker, que publica el National Enquirer, y el director de finanzas de la organización Trump, Allen Weisselberg, han recibido inmunidad en relación con la investigación de Cohen y Trump desembolsando dinero secreto para ayudar a la campaña de 2016. ¿Quién sabe qué podría venir después?

El desafío de esta teleserie es que no sabemos cómo va a terminar. ¿Trump será sometido a juicio o seguirá siendo el mafioso Teflon Don? Aunque es difícil adivinar una cosa es casi segura: esta serie atraerá grandes ratings e, irónicamente, hará muy feliz a Trump, el obsesionado de los ratings.

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