Por otro lado, una persona en sus cincuentas quizás piense en el inicio de su edad adulta mayor, preparándose para el comienzo de la vejez. A los veinte, tradicionalmente se piensa en tener pareja, familia, construcción de patrimonio, reconocimiento individual; mientras que a los cincuenta las necesidades son muy diferentes, quizás se considere más en qué ocuparse al jubilarse, cómo disfrutar a la pareja, a la familia y el patrimonio construido.
Una década es un periodo largo de tiempo, muchas cosas pueden suceder que afecten nuestra persona y que impacten nuestro entorno. A nivel personal, una resolución más general puede ser la de seguir capacitándose
Claro que cada etapa de la vida puede considerar temas diferentes de capacitación, lo que puede ir desde un posgrado hasta el conocimiento de algún tema para generar ingresos económicos (la cocina o pastelería, como ejemplos que están de moda) o de entretenimiento (jardinería o desarrollo personal). Iniciar ahora puede ayudar a tener cierto nivel de expertise en el tema seleccionado al final de la década.
Alguien un poco más paranoico quizás tenga resoluciones hiperbólicas, cómo convertirse en especialista en un tema al que muchos consulten. Otro con menos ansiedad pensará en llegar al final de la década y luego que venga lo que siga.
En el ámbito profesional lo más recomendado es hacer una planeación personal, identificando lo mejor posible los potenciales desafíos que se pueden tener durante esta década, ya que estos pueden ser muchos, así que una persona en sus cincuentas verá el mundo con algo más de entereza que alguien en sus veintes.