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Las guerras entre mamás solo son un estereotipo

La narrativa no solo las pinta como rencorosas e inmaduras, sino que también trivializa las conversaciones emocionales y filosóficas que las madres tienen entre sí.
lun 24 diciembre 2018 01:00 PM

(CNN) - Cuando tuve mi primer hijo había leído más artículos sobre cómo relacionarme con otras madres que sobre cómo hacerlo con mi bebé. Los recursos para padres están llenos de historias sobre madres que "juzgan", "avergüenzan", “critican” y están en "guerra" con sus similares.

Me perdonarán, entonces, por haber entrado en la maternidad con actitud defensiva. Rechacé las invitaciones a unirme a los grupos de madres y evité el contacto visual con otras en esos raros momentos en que me atreví a criar en público. Internet me dijo que alimentar con biberón y usar la carriola serían percibidos como pecados en comunidades urbanas progresistas como la mía; el hecho de que yo estuviera haciendo ambas cosas significaba que estas medidas de autoprotección eran necesarias.

Por supuesto, el aislamiento total no era una posibilidad y salía de casa con mi hijo de vez en cuando. A medida que mi exposición aumentó con el tiempo, también lo hizo mi sentido de la sorpresa y, en última instancia, el desconcierto. Seis años, dos niños y tres ciudades después, nunca me sentí juzgada por otras mamás.

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Hace poco, pregunté a amigas de todo el país si alguna vez se sintieron juzgadas por otras mamás y dijeron que su experiencia ha sido similar a la mía. Las madres que han encontrado casi siempre caen en algún lugar del espectro entre indiferentes y altamente solidarias. "Sí, a nadie le importa realmente", escuché una y otra vez.

¿Son las madres realmente tan criticonas? Si no es así, ¿de dónde viene este estereotipo y por qué es tan difícil superarlo?

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La investigación muestra que no es la norma

Cuando Elizabeth Isadora Gold les contó a amigos y conocidos que no eran madres acerca de su libro "The Mommy Group", a menudo le preguntaban si se trataba de las guerras entre mamás.

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Maternidad y trabajo
¿Son las madres realmente tan criticonas? Si no es así, ¿de dónde viene este estereotipo y por qué es tan difícil superarlo?

"¡No! ¿Qué parte del título no se entiende? Es sobre todo lo contrario. Los grupos de mamás son el lugar al que vas porque sabes que nadie te juzgará, el lugar al que vas cuando estás listo para levantar las manos y rendirte", me diría luego.

Para su libro, publicado en 2016, Gold habló con mujeres en grupos de mamás en variados contextos socioeconómicos y raciales -y de diferentes generaciones- y el consenso fue firme: las mujeres se apoyan mutuamente. Su experiencia personal fue similar.

Una encuesta realizada en 2017 por C.S. Mott Children's Hospital en Michigan encontró que, si bien la mayoría de las mamás se han sentido juzgadas en algún momento, la crítica entre pares es relativamente inusual. Solo el 14% de las madres dice que ha sido criticado por sus amigos, el 12% dice haber sido criticada por otras madres en público, y el 7% dice que ha sido criticada por un extraño en línea. (La mayor parte de las críticas provienen de los propios padres y suegros de la madre).

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Sarah Clark, científica investigadora en el Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan y codirectora de la encuesta, dijo que estos hallazgos la sorprendieron porque esperaba que más madres informaran que se sentían juzgadas entre pares.

"Puede ser que las personas que consideramos como nuestras amigas conozcan nuestras situaciones y tengan menos probabilidades de juzgarnos porque conocen el contexto. [Entre amigas] creo que lo que más se da es ‘¿Estás bien? Te ayudaré con lo que sea’", dijo.

Clark aseguró que el juicio entre pares en público o en línea puede ser notable y por lo tanto atrae mucha atención, pero no es necesariamente una parte regular de la vida de una madre.

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Pensemos en el caso de la Chrissy Teigen, cada tanto hay una noticia sobre cómo fue juzgada en línea por sus elecciones en la crianza. Pero en última instancia, quienes la critican representan una pequeña fracción de los millones que la siguen en las redes sociales.

Otro hallazgo en la encuesta de Clark que contradice la narrativa combativa y destructiva que rodea a la maternidad, es el hecho de que el 67% de las madres dijo que las críticas hacían que se sintieran más convencidas acerca de sus elecciones de crianza. Muchas tomaron las críticas como un impulso para investigar más a fondo un tema, en un intento de entender si la preocupación era válida. "En lugar de sentirse víctima o atacada se puede ver como algo positivo, incluso, me atrevo a usar esta palabra, para empoderar. Las mamás piensan: voy a poner a prueba mis propias creencias y ver si lo que estoy haciendo está bien", comentó.

Maternidad y trabajo
En conversaciones con grupos de mamás en variados contextos socioeconómicos y raciales -y de diferentes generaciones- el consenso fue firme: las mujeres se apoyan mutuamente.

Por supuesto, todavía hay muchas mujeres para quienes la crítica, ya sea que provenga de un miembro de la familia o de otra madre, realmente duele. Clark dijo que este es particularmente el caso de las mujeres que están solas y no tienen una comunidad que las refuerce, así como aquellas con un estado de ánimo perinatal o un trastorno de ansiedad. La ansiedad o depresión posparto puede inhibir la capacidad de una madre para defenderse interna o externamente. Peor aún, la crítica y su duda resultante pueden disuadirla de buscar ayuda. "Cuando estás deprimida es mucho más difícil defenderte", mencionó.

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Los expertos en crianza empeoran las cosas

Hillary Frank, creadora del popular podcast "The Longest Shortest Time" y autora del próximo libro "Weird Parenting Wins", dijo que se sentía juzgada como una madre primeriza, especialmente por su incapacidad para entrenar a su bebé para dormir, así como por su deseo de tener un solo hijo.

En retrospectiva, ella cree que el problema no es el hecho de que las mujeres sean competitivas, sino que se sienten profundamente inseguras gracias a los autoproclamados expertos en la crianza de los hijos. Estos son los gurús que impulsan filosofías de crianza en blanco y negro que dejan poco espacio para esas desordenadas áreas grises en el que la mayoría de nosotras existimos.

"Algo que instiga la crítica viene de los libros para padres de se-hace-a-mi-manera-o-se-hace-mal. Cuando escucho a la gente criticar, generalmente respaldan sus afirmaciones con ‘Lo leí en este libro’", dijo.

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Frank creó su podcast en 2010 como un antídoto para este tipo de consejo inamovible y aplicable para todos, y encontró a una gran audiencia. "Comenzamos este proyecto como un lugar donde no se vale juzgar, y de alguna manera gustó. Encontré que el hecho de que todos hacemos las cosas de manera diferente es mucho más atractivo [que si estamos a la altura o no de algún ideal externo]. Cuanto más compartimos acerca de nuestra propia experiencia, más nos sentimos apoyados y más inspirados estamos a pensar por nosotros mismos [los métodos de crianza]", dijo.

En "Weird Parenting Wins" Frank ha compilado lo que ella llama un "libro contra los consejos para padres". Recupera experiencias personales de padres de todo el país sobre cómo lidiar con niños quisquillosos con la comida, el entrenamiento para ir al baño y las rutinas de la mañana. Si bien espera que los padres encuentren útiles algunos de estos consejos, el objetivo más importante del libro es recordarles que no hay un solo tipo de niño y que no hay una mejor manera de criarlo.

maternidad
El problema no es que las mujeres sean competitivas, sino que se sienten inseguras por los expertos en la crianza de niños.

Otro desencadenante de la guerra de mamás es el mercado de artículos para bebés. En los últimos años, la cantidad de productos relacionados con bebés en las tiendas se ha disparado, y ahora hay más opciones, y más costosas, disponibles para los padres. Todas estas opciones envían el mensaje de que la maternidad/paternidad es una experiencia que debe ser cuidadosamente curada, y el marketing le dice a las ansiosas madres que hay mucho en juego.

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Varias campañas han omitido la parte sobre cómo el bebé podría beneficiarse de un producto en particular y se enfocan directamente en las guerras de mamás. Pretenden ser conciliatorias, pero refuerzan la idea de que, en el mundo de la maternidad, los errores son inevitables y sancionables.

"Para poder vender esta avalancha de cosas de bebé, y esto incluye ‘métodos’ de sueño o ‘estilos’ de crianza, es necesario crear la dicotomía de lo que está bien y lo que está mal", dijo Gold.

¿Por qué la solidaridad entre mujeres todavía se considera improbable?

Quizás la fuente más grande del estereotipo de la mamá criticona es el sexismo. Nuestro imaginario social aún no puede comprender la idea de que no todas las mujeres están enzarzadas en competir una contra otra de por vida.

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"No es que las mujeres nunca juzguen. No seríamos seres sintientes si no lo hiciéramos. Pero no es la experiencia generalizada que se pinta", dijo Ruth Whippman, autora de "America the Anxious".

Ella dijo que ha sido testigo de muchos más juicios en la oficina o en los foros de Reddit que no están relacionados con la crianza que entre los grupos de madres. "La maternidad es uno de los espacios más solidarios en los que he estado en mi vida. Todas sabemos que tenemos que hacer lo que sea necesario para superar el día. Somos las que nos entendemos", comentó.

La narrativa de la guerra no solo pinta a las mamás como rencorosas e inmaduras, sino que también trivializa las conversaciones profundamente emocionales y filosóficas que las mamás suelen tener entre sí. "Puedo contar con una mano la cantidad de veces que mis amigas madres han tenido conversaciones sobre la lactancia materna o el sueño", dijo Whippman.

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¿Sabes lo que hacen las mamás en lugar de juzgar? Se desahogan, se entusiasman, lloran, celebran. Intentan analizar la experiencia de la crianza, sus misterios y sus deleites. Ellas hablan. Ellas escuchan. Más que nadie, saben qué es lo que necesita una madre.

Elissa Strauss escribe sobre la política y la cultura de la crianza.

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