La “sensación de hoja en blanco” y de nuevos comienzos también se refleja en las redes sociales y en los medios. Expresiones como Página 1 de 365 se convierten en tendencia por estas fechas y se multiplican los artículos que tratan sobre cómo trazar metas realistas y ajustar los propósitos a pautas de comportamiento y planificación. En cuanto a las finanzas personales, los principios de año suelen motivar a mucha gente a (re)definir estrategias de ahorro en particular y su salud financiera en general.
Criptoinversores: curiosidad y largo plazo
Los comienzos de año también se presentan, para muchas personas, como la oportunidad de probar una estrategia diferente en relación a su dinero. La inversión en criptomonedas es, en este sentido, un claro ejemplo que combina curiosidad pero también la gradual disposición hacia una mentalidad de mediano y largo plazo.
El informe 2022 Global Consumer Payments resultó revelador respecto de las causas que llevaron a mucha gente a “entrar en el mundo cripto”. Entre 16,000 consultados de 13 países, el 28% señaló que la decisión de entrar en el espacio cripto el año pasado se debió a una inversión a largo plazo, mientras que el 22% sostuvo que ingresó por "curiosidad".
En este punto, sin embargo, muchos se preguntan si la idea del “largo plazo” es la misma en una inversión tradicional que en una inversión en activos digitales. Se trata de un interrogante válido considerando que precisamente las criptomonedas apenas llevan una década entre nosotros. Para el analista Armando Aguilar, por ejemplo, “el largo plazo (en cripto) puede considerarse entre 5 y 10 años ”.