También podrían recurrir al último recurso de decir que la conducta de Trump podría no ser aceptable pero no es causal de destitución, aunque eso podría hacer enfurecer a un presidente que insiste en que no hizo nada malo.
Sin importar lo que digan, es poco probable que los acontecimientos del martes cambien la dinámica política que se impone en el entorno tribal partidista de Estados Unidos aunque cambien el contexto jurídico y lógico de la investigación del proceso de destitución.
"Estoy muy seguro de cómo es probable que termine. Si esto fuera hoy, no creo que habría duda alguna de que no terminaría en la remoción", dijo el martes Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, refiriéndose a las posibilidades de que haya un juicio de destitución en el Senado.
Eso no significa que los republicanos no estén sufriendo. Una fuente cercana a la Casa Blanca, quien habla regularmente con Trump, hizo una evaluación muy desalentadora en entrevista con Jim Acosta, de CNN, luego de las elecciones del martes en Virginia y Kentucky, en donde los demócratas obtuvieron triunfos sólidos.
"Totalmente malo. Kentucky y Virginia le indican al Partido Republicano que están subestimando la intensidad de los electores en contra de Trump y eso podría ser terrible para ellos el año próximo", dijo la fuente. "Mal augurio para el proceso de destitución", añadió.
Sin embargo, la dinámica política del proceso de destitución es difícil de descifrar a estas alturas. Sin importar lo perjudiciales que sean, es poco probable que las revelaciones afecten el poder que Trump tiene sobre sus bases políticas, mismo que se afianza con el argumento —que volvió a presentar la noche del lunes, 4 de noviembre, en Kentucky— de que las tácticas demócratas son los actos "enloquecidos" de un partido que quiere revocar unas elecciones.
Además, las encuestas recientes indican que en los estados oscilantes, en los que se decidirá si sirve un segundo periodo, la opinión pública está muy dividida respecto a si habría que someterlo al proceso de destitución y retirarlo del cargo.
No obstante, el testimonio de Sondland sirvió para tener una idea de que las declaraciones comprometedoras de los testigos cercanos al presidente podrían debilitar su argumento respecto a Ucrania y a su proceder incorrecto. Eso podría provocar que los electores moderados, a los que Trump también necesitará dentro de un año, cambien de opinión.