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La razón por la que en Japón puedes "alquilar" a un hombre maduro

Hay citadinos que buscan el consejo de una persona mayor y más sabia, pero no quieren recurrir a alguien conocido que pueda juzgarlos.
dom 12 agosto 2018 07:02 AM

(CNN) - "A menos que te lleguen estímulos interesantes todo el tiempo, morirás psicológicamente".

"Aprendes a través de la mirada de los demás"

"La gente toma la vida demasiado en serio, eso de alguna manera estrecha su visión".

Las ideas anteriores no son producto de un algoritmo ni se obtuvieron en Twitter, provienen de la sabiduría acumulada de un hombre de mediana edad en Japón. Un hombre de mediana edad que está en renta.

Vestido con una camisa con estampado de panditas y una sonrisa inescrutable, Ken Sasaki, de 48 años, tiene una vibra que no tiene nada que ver con un tokiota descontento de mediana edad.

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Tiene canas, hay líneas visibles en su rostro y ha perdido la delgadez de la juventud; es más bien un bohemio de espíritu libre en un disfraz extraño.

Durante una entrevista por Skype de una hora, en el que un intérprete lleva y trae tediosamente los comentarios, su energía y su entusiasmo nunca menguan y sus respuestas se vuelven cada vez más expresivas y reflexivas a cada pregunta.

Todo es parte de su trabajo como ossan de alquiler. Esa palabra significa "hombre de mediana edad " en japonés.

Permite que cualquier persona lo alquile para casi cualquier propósito —que no involucre contacto físico —, siempre y cuando paguen su tarifa por hora: alrededor de 180 pesos. Y él lo ama.

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Recuperar el honor

Como ocurre en muchas ciudades del mundo, la mayoría de los habitantes de Tokio prefiere mantener en el anonimato sus deseos, necesidades y debilidades.

Hay citadinos que pueden querer desesperadamente el consejo de una persona mayor y más sabia, pero no quieren recurrir al compañero de trabajo o al tío que recuerda las lágrimas derramadas por un camioncito de juguete. Alguien conocido podría juzgarlos.

Es mucho mejor depositar tus penas en un desconocido, tomar el buen consejo y correr… o esa es la lógica de Takanobu Nishimoto, de 50 años, quien fundó un servicio de alquiler de ossan en 2012.

Alquilar a un desconocido para reunirte con él y que te brinde consejos, digamos en una cafetería, significa que nunca tendrás que volver a reunirte con él, señaló. "Las historias se difunden si los clientes hablan con algún conocido".

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Aquí es donde entran hombres como Sasaki: escuchan a los desconocidos mientras renuevan su valor en la sociedad.

La inspiración llegó a Nishimoto cuando escuchó a "unas preparatorianas burlándose de los hombres de mediana edad en el tren", particularmente sus orejas peludas; decían que "olían raro" y "estaban sucios".

Tras haber sido admirados en la sociedad japonesa dominada por los varones, los ossan ahora luchan por mantener una reputación positiva en una cultura cambiante, con valores en flujo constante.

"No me había dado cuenta de que le faltaban tanto al respeto a los ossan", dijo Nishimoto. "Pensé: 'Tengo que recuperar el honor de los ossan'".

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Japonés
Edad madura. Los citadinos que se alquilan escuchan a desconocidos mientras renuevan su valor en la sociedad.

El cambio del ideal de masculinidad

Tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, la "masculinidad militarizada", en la que se consideraba que un oficial era la versión esencial de la virilidad, terminó esencialmente, de acuerdo con Sabine Fuhrstuck, directora del East Asia Center y profesora de Estudios Culturales Japoneses Modernos de la Universidad de California en Santa Bárbara, Estados Unidos.

"Durante las décadas de la posguerra surgió un nuevo ideal de masculinidad, encarnado principalmente por el hombre asalariado de cuello blanco (esencialmente, el empresario de clase media)", escribió Fuhrstuck en un correo electrónico.

El ideal dominante de la masculinidad se volvió el de un hombre con "un buen salario, un buen trabajo de oficina, con la disposición de sacrificarse más o menos por la empresa, casado, con dos hijos" , agregó.

Pero ese ideal se esfumaría pronto.

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Muchos hombres de mediana edad se quedaron sin trabajo por las dificultades económicas de 1989; surgió una nueva clase de trabajadores independientes, predominantemente varones (que en Japón se conocen como freeters) en una economía que sufrió otro embate con la crisis financiera de 2008 y el desastre de Fukushima, en 2011.

Los freeters trabajan por lapsos cortos o en cargos de medio tiempo en varios sectores como las tecnologías de la información, la mercadotecnia, las ventas y los restaurantes.

"Durante las pasadas dos décadas, particularmente, los hombres de mediana edad, de clase media, han perdido gran parte de su poder cultural", explicó Fuhrstuck. "En los medios populares se los suele representar como retrógradas, aburridos, nada interesantes".

Pero el vacío de poder cultural tampoco ha traído consigo oportunidades para las mujeres porque las instituciones, dominadas por los varones, siguen desanimándolas de asumir cargos de liderazgo, señaló Fuhrstuck.

Ella cree que el sentido de honor perdido de Nishimoto no es imaginario, pero que es muy diferente pensar que su negocio de alquileres puede restaurar la reputación de los hombres de mediana edad.

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Japoneses
Recuperación. Durante las últimas dos décadas los hombres de mediana edad y de clase media han perdido gran parte de su poder cultural.

Nace una startup

De acuerdo con Nishimoto, aunque el comienzo fue lento, su sitio web alquila a unos 45 ossan por día, lo que representa unos 10 mil encuentros al año. Nishimoto trabaja como asesor de modas y estilista cuando no está supervisando a sus ossan.

Su sitio web cuenta con casi 80 "tíos" en 36 ciudades, incluidas Tokio —la base de Nishimoto—, Kyoto, Osaka y Tokushima. Entre los mentores hay ingenieros, operadores turísticos, banqueros, empresarios de bienes raíces o seguros, mercadólogos, administradores de recursos humanos, choferes y un científico de investigación y desarrollo que hoy dirige una empresa de consultoría técnica.

Nishimoto dice que él se ha reunido o lo han rentado unos 5,000 clientes desde que fundó el servicio.

El pago simbólico es justo eso: un gesto que ayuda tanto al cliente como al "tío" a respetar la transacción. "La existencia del pago hace que lo hagamos correctamente", señaló.

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Es muy fácil reclutar a un ossan. Nishimoto recibe al menos diez solicitudes a la semana de aspirantes a "tío profesional". Supone que unos 10 mil han presentado su solicitud, aunque actualmente solo 78 cumplen los requisitos.

Cuando elige a un ossan, Nishimoto prefiere a los hombres "raros" con desventajas evidentes, "hombres que están fuera de los reflectores". Algunos solicitantes se eliminan de la lista inmediatamente, como ocurre con aquellos que tienen "deseos sospechosos".

"Sería mejor tener solo hombres guapos", reconoció, porque atraerían naturalmente a más clientes, pero eso lo aburriría. Además, ha notado que los ossan más populares son hombres de apariencia amable, buenos para escuchar. También son populares los divorciados y aquellos que han pasado por dificultades y las superan con éxito también. "Saben escuchar, entienden el dolor de los demás", explicó Nishimoto.

Parece que muchos clientes están sufriendo psicológicamente. De acuerdo con Nishimoto, alrededor del 70% de los clientes usa el servicio para hacer consultas o para hablar, mientras que el 30% restante solicita ayuda "manual", como cargar cajas.

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Cuando empezó, esperaba que la mayoría de sus clientes fueran " chicos japoneses tiernos y obedientes" que necesitan el consejo de "hombres mayores, más experimentados".

" Los jóvenes no llegaron", cuenta. Ocho de cada diez clientes son mujeres, de acuerdo con Nishimoto.

Hay una sección del servicio de alquiler de ossan para atender solicitudes inmediatas, explicó, ya que muchas clientas quieren hablar "ahora" porque "su esposo la engañó, tuvo una discusión o la están acosando en el trabajo".

Sin embargo, Nishimoto no permite las sesiones de chat ni las llamadas telefónicas. Le gusta la calidad "muy analógica" de la reunión cara a cara que pone un poco nerviosa a la gente.

"Llegas al lugar y buscas a la persona con la que te reunirás", señaló. Lo describe como una experiencia emocionante.

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Diversión
Números. El sitio web alquila a unos 45 ossan por día, lo que representa unos 10 mil encuentros al año.

Alegre

En una sesión internacional de Skype —una excepción a la regla de las reuniones en persona— con Sasaki se revela su historia: nació en Fukushima ha vivido en el centro de Tokio y trabaja en una empresa de tecnología que ofrece servicios de plataformas, como juegos y administración de criptomonedas.

Ha tocado el violín desde hace 30 años y lo tomó más en serio en la universidad. Sus compositores favoritos son Shostakovich, Bruckner, Sibelius y Beethoven. "No tienes que pensar demasiado para tocar la música de Beethoven; puedes tocar despreocupadamente, de forma entretenida", explicó.

"El 40% de mis clientes quiere algo que tenga que ver con el violín", cuenta Sasaki. "Otro 40% se relaciona con preguntas sobre trabajo de tecnologías de la información, y el 20% restante pide consejos para la vida. Estos son principalmente jóvenes".

" Mi perfil del sitio web de alquiler de ossan tiene una atmósfera muy alegre", señaló. Aunque destaca su trabajo en tecnologías de la información se presenta como una persona que toca el violín y que juega shogi, ajedrez japonés.

Usualmente, Sasaki se alquila una vez a la semana por lapsos variables, menos que los demás "tíos", pero algunas de sus asignaciones tienden a lo extraño.

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Una vez lo invitaron a tocar violín cinco minutos en la fiesta de cumpleaños de una adolescente "que está locamente fascinada por las estrellas del pop coreano", contó. Solo había otras dos niñas "y decían: 'por favor, por favor, señor'". Las chicas querían que usara una máscara de una estrella del pop coreano cuyo nombre era desconocido para Sasaki. Diligentemente se puso la máscara y tocó el violín. La chica del cumpleaños se la pasó "gritándome el nombre de la estrella a mí, un hombre totalmente disfrazado", dijo. "Me pareció raro, pero era lo que habían pedido". Las chicas estaban tan fascinadas con las estrellas del pop coreano que a él le fascinó y le dio curiosidad el significado de su obsesión.

En otra ocasión recibió una solicitud de una mujer de cincuenta y tantos años que le pidió que la acompañara a su recital de danza. La mujer, que tomaba clases de tango y de vals no tenía amigos ni colegas que la acompañaran, así que contrató a Sasaki para que le echara porras.

Hubo un hombre que jugaba shogi en línea y le pidió a Sasaki que se encontraran en el centro de ajedrez para jugar; al hombre le incomodaba hacerlo solo debido a una discapacidad.

"Tengo que usar mucho mi cerebro para lidiar con estas solicitudes", explicó Sasaki. "Hay muchos encuentros interesantes, estos encuentros me inspiran". Las reuniones con los clientes expanden sus horizontes y lo inspiran cuando toca el violín, mencionó.

Sin embargo, no todos los encuentros le dan motivación fructífera. Una vez lo invitaron a tocar el violín en una fiesta de Año Nuevo a la que asistieron exclusivamente maestras de guardería. Aunque algunas eran "hermosas", Sasaki cuenta que "su conversación era como una versión japonesa de Sex and the City muy abierta. Yo era el único hombre presente, tocando el violín".

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En alquiler. Aunque destaca su trabajo en tecnologías de la información, Sasaki se presenta como una persona que toca el violín y que juega shogi, ajedrez japonés.

Gente en las sombras

Nishimoto dijo que hay una política estricta de "no tocar" para sus clientes; la idea de los ossan no es rentarlos para fines íntimos.

Fuhrstuck dijo que tras analizar cuidadosamente el sitio web, no está tan segura.

"Algunos hombres se presentan como 'productos nuevos'. La descripción de cada uno incluye sus parámetros físicos, fecha de nacimiento y qué ofrecen (mayormente conversación, tomar algo juntos, etc.)". Agregó que Nishimoto incluso escribe una columna de consejos románticos.

"Todo esto me indica que es probable que se trate de un sitio de citas casuales sin decirlo", a lo que agregó que "el sexo y el romance" deberían estar entre "las expectativas de todos los involucrados".

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"Si así fuera, simplemente sería una variación más de una amplia gama de servicios de esa clase en Japón entre los que se cuentan clubes de anfitriones, clubes de anfitrionas y negocios similares que ofrecen conversación, coqueteos y, si es posible, romance y sexo", señaló Fuhrstuck.

"Tal vez hay gente que de verdad quiera alquilar hombres de mediana edad nada más para consultarles cosas y cargar cajas, ¿quién sabe? Supongo que a la mayoría de las personas les parecería tenebroso enviarle un correo electrónico a un tipo cualquiera en un sitio web para pedirle ayuda".

Sin embargo, en Estados Unidos existen servicios de asistencia parecidos.

Nishimoto duda que el alquiler de ossan pueda ser popular en otros países porque le han dicho que "en otros países todavía valoran a los hombres de mediana edad y a otras figuras". En Japón no pasa eso, explicó, en parte porque basado en que hay clientes que lo han alquilado para que tome el lugar de su padre aunque su padre esté vivito y coleando.

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Fuhrstuck coincidió que los hombres japoneses de mediana edad han caído en la "ruina" en términos de respeto social. Sasaki espera que los servicios de alquiler de ossan se expandan e incluyan a obasan, mujeres de mediana edad. Con esto, el mundo sería "un lugar divertido", dijo.

Al igual que Nishimoto, Sasaki cree que la impresión general sobre los hombres de mediana edad en Japón "no es buena en comparación con otros países". Son "gente en las sombras".

"La vieja comunidad quedó destruida", opinó Sasaki. La clase de comunidad que solía haber en las escuelas o en las empresas ya no existe y "mucha gente se da cuenta de que no pertenece a ninguna parte y que no tiene un lugar para pedir ayuda o consejo".

Nishimoto cree que el servicio de alquiler de ossan se popularizará porque hace que la gente se pregunte por qué hay alquiler de personas de mediana edad. Cree que esto será una forma sutil de aumentar su valor.

Sin embargo, Fuhrstuck no se siente tan optimista respecto a que el alquiler de ossan sirva para incrementar el respeto. "Duro que esto beneficie a alguien [más] que a las personas directamente involucradas".

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Valor. Se cree que la impresión sobre los hombres de mediana edad en Japón no es buena en comparación con otros países.

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